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Revista Pan-Amazônica de Saúde

Print version ISSN 2176-6215On-line version ISSN 2176-6223

Rev Pan-Amaz Saude vol.1 no.4 Ananindeua Dec. 2010

http://dx.doi.org/10.5123/S2176-62232010000400002 

ARTÍCULO HISTÓRICO

 

La Facultad de Medicina y Cirugía de Pará, Brasil: de la fundación a la federación 1919-1950

 

 

José Maria de Castro Abreu Junior

Hospital Universitário João de Barros Barreto, Universidade Federal do Pará, Belém, Pará, Brasil

Endereço para correspondência
Correspondence
Dirección para correspondencia

 

Título original: A Faculdade de Medicina e Cirurgia do Pará: da fundação à federalização 1919-1950. Traducido por: Lota Moncada

 

 


RESUMEN

Las circunstancias habidas desde la fundación de la Facultad de Medicina de Pará, Brasil hasta su federación se presentan en una perspectiva cronológica, siguiendo desde 1919 hasta 1950. Se destacan algunos hechos históricos, contextualizados y comparados con los de otras instituciones del género, bien como se mencionan determinados personajes que tuvieron participación en los acontecimientos relatados, hoy oscurecidos por el tiempo, reconstruyendo el panorama de un período en que la Facultad de Medicina de Pará era una escuela médica aislada en el extremo norte, única en el género, en un área de gran extensión y con desafíos sanitarios hasta hoy lejos de ser superados.

Palabras clave: Historia de la Medicina; Escuelas Médicas; Servicios de Salud.


 

 

El marco inicial de la enseñanza médica en Brasil remonta al año de 1808, con la migración de la corte portuguesa para su colonia más importante, en virtud de la invasión de Portugal por las tropas de Napoleón. Don João VI, atendiendo a una solicitación de José Correia Picanço, el Barón de Goiana, cirujano nacido en Pernambuco, profesor catedrático de Anatomía y Cirugía en Coimbra, creó, en febrero y noviembre de aquel año, respectivamente, dos Escuelas de Anatomía, Medicina y Cirugía: una en Salvador y otra en Rio de Janeiro. Esas Escuelas, a partir de 1813, pasaron a ser denominadas Academias Médico-quirúrgicas, ascendiendo en 1832, a la condición de Facultades de Medicina1.

Durante todo el Imperio, la enseñanza médica permaneció estatal; solamente después de la proclamación de la República, amparadas en la constitución de 1891, surgen otras escuelas médicas, todas oriundas de iniciativas privadas. La tercera surge en 1898, en la Ciudad de Porto Alegre2. Sin embargo, el gran motor para la expansión de la enseñanza médica en Brasil vendría apenas en el siglo XX, precisamente en 1911, con la Ley Orgánica de la Enseñanza, instituida por el Decreto 8.659, de 5 de abril de 1911, que quedaría conocido como Ley Rivadávia Corrêa, en función de su idealizador. Tal ley, de carácter extremamente liberal y positivista, proporcionó total autonomía didáctica y administrativa a los establecimientos de enseñanza superior3. Surgieron así, la Facultad de Medicina de Belo Horizonte, en 19114; la Facultad de Medicina Hahnemanianna, en Rio de Janeiro3, esta con énfasis en la enseñanza de la medicina homeopática*; la Facultad de Medicina de São Paulo5; y la Universidad do Paraná6, con su curso de medicina y cirugía - estas tres últimas surgidas a lo largo de 1912.

Si, por un lado, la Ley Rivadávia permitió el surgimiento de las escuelas citadas, exactamente por ser tan liberal dio margen al aparecimiento de diversas instituciones que tenían como única finalidad negociar diplomas. El gobierno revertiría la situación con el Decreto 11.530, de 18 de marzo de 1915, conocido como Ley Maximiliano, que obligaba, entre otras cosas, que las instituciones presentaran un programa equiparado al de las instituciones oficiales. En el caso de la enseñanza médica, deberían tener un programa pareado a los de las Facultades de Medicina de Rio y de Bahia3.

É sob esta nova legislação, mais restritiva, que surge a Faculdade de Medicina do Pará, em 9 de janeiro de 1919§. Distinto a las otras escuelas del mismo período, que surgen en momentos económicamente favorables, como los ciclos del café5 y la yerba mate6, surge en un momento de decadencia de la economía local decurrente de la crisis del caucho, ciclo económico que marcó la Belle Epoque amazónica7.

Agréguese además otra peculiaridad que marca la creación de la Facultad de Medicina de Pará: al contrario de las otras, cuya idea de creación nació de importantes figuras médicas locales, la iniciativa de fundar la primera escuela médica de la Amazonia brasileña nació de un dentista, Antônio Magno e Silva, a la época profesor catedrático y director de la Escuela de Odontología de Pará, creada en 19148. Magno e Silva además dirigía la Asociación Científica, entidad que había fundado y que mantenía la Facultad de Odontología9.

Buscó apoyo en médicos como Hermógenes Pinheiro, Evaristo Silva, Carlos Arnóbio Franco, Álvaro Gonçalves y Renato Franco10. Una vez juntos, se encontraron con Camilo Henriques Salgado Juniorl l, para ofrecerle la dirección de la escuela. No podría ser diferente: Camilo era uno de los médicos de más prestigio en Pará en las primeras décadas del siglo XX, consagrado en todos los medios sociales. Sería, por lo tanto, una figura esencial para agregar peso y credibilidad a dicha iniciativa. Camilo aceptó la idea, pero no la dirección, indicando al cargo a Antonino Emiliano de Souza Castro, el Barón de Anajás11.

El barón pertenecía a una generación de médicos anterior a la de Camilo, que habían hecho su carrera aún durante el  Imperio,  habiendo  llegado él  mismo a vicegobernador de la Provincia de Pará en aquel régimen. Camilo busca en el barón, no apenas lo que buscaban en él, o sea, un elemento agregador de credibilidad y respeto, sino que hay otra connotación posible en esta indicación que no puede ser desmerecida: el Barón de Anajás era padre de un médico homónimo, más conocido como dr. Souza Castro, que, además de también pertenecer al cuadro de fundadores de la Facultad, militaba en el mismo partido político de Camilo Salgado y estaba en ascenso político, y llegaría al Gobierno del Estado al año siguiente12. El director de la recién creada Facultad, por lo tanto, no era apenas un viejo representante de un antiguo régimen, sino el padre del futuro gobernador de Pará, hecho que estrechaba los lazos de la Facultad con el poder público en un momento en el que todo apoyo era necesario13.

Las clases, inicialmente previstas para ser iniciadas a 3 de abril, fueron siendo postergadas, notándose cierta benevolencia por parte de los organizadores de la Facultad, tal vez en busca de candidatos, a través de medidas como la no realización del examen de ingreso para aquellos postulantes que ya poseyeran un curso superior. Poco tiempo después, contando con 58 alumnos matriculados, la clase inaugural sucedería el día 1 de mayo de 1919, en el salón noble del Ginásio (Liceo) Paes de Carvalho, los diarios de la época la definieron como una solemnidad simple para una selecta platea14. El Barón de Anajás dio inicio a la sesión exponiendo de modo conciso las ventajas que traería el nuevo establecimiento de enseñanza para Pará y para "...el desarrollo de la ciencia y del trabajo en pro de la humanidad", en seguida pasó la palabra al orador oficial de la ceremonia, el dr. Acylino de Leão, cuyo discurso fue de esta forma reproducido en la época:

 

 

"... explicó que el magno problema de Brasil, es poblar la tierra, poniendo en evidencia el desamparo de nuestro agreste, cuya población está entregada a una corte de chamanes y de brujos (mandingueiros) y reputa como factor principal, para la solución de ese problema, la acción de la ciencia médica, enviando hasta el lugar su fuente de recursos. Dice más, que al amparo de esa teoría, surgió la idea de la fundación de la Facultad de Medicina de Pará, cuyos frutos serán los más preciosos. Muestra que necesitamos de médicos, hombres de ciencia, que lleven al interior el auxilio de su actividad, libertando aquellas poblaciones de la hechicería, velando por la salud de esos brazos que producen el trabajo. Dice que la práctica ha demostrado que los médicos formados por las academias del sur, en su mayoría, toman el camino de Sao Paulo, Minas y otras capitales, donde las fortunas emiten señales de un futuro provechoso, y, así, dice, solamente nuestros egresados aquí mismo podrán volver su vista hacia el interior, sea movidos por el trabajo, sea por el amor a su lugar natal, o por los lazos de familia que los prenden allí. Traza el histórico de lo que era la Facultad de Medicina de Rio de Janeiro hace diez años, cuando él, orador, se había recibido, mostrando que nosotros estábamos en condiciones de ofrecer los mismos médicos que los que en esa Facultad se diplomaban. Hace ver más, que en aquel tiempo allí, las fallas eran innumerables, la química médica era rudimentaria, la bacteriología muy superficial y hasta la misma anatomía, que es la base principal de la ciencia médica, era falla, por el gran número de alumnos que cursaba la Facultad. Y no por eso, los académicos formados por la Facultad de Rio de Janeiro, dejan de ser médicos. Expone largamente que el éxito de la carrera médica está en la clínica hospitalaria y, en esas condiciones, podremos tener excelentes diplomados. Agrega que la discusión que se levanta es natural y, como ejemplo, cita la fundación de la Facultad de Derecho, que tanto dio que hablar y surgieron cuestionamientos por parte de muchos. - ¿Para qué precisamos de tantos licenciados? Sin embargo, en poco tiempo está probando su provechoso resultado. En el interior, en donde los jueces siempre fueron legos, y la mayoría de las veces, hasta analfabetos, hoy han sido sustituidos por jóvenes de talento y recibidos en nuestra Escuela de Derecho. Es este el papel que le está reservado a la Facultad de Medicina de Pará, cuyo programa, acababa de exponer. Dice también que Brasil reclama por agrónomos y pregunta, ¿cómo progresar si esos brazos fuertes no tienen la mano protectora de la medicina?"15.

La ceremonia se encerró a las 11 h acompañada por la música de la banda de los Bomberos; luego de las conmemoraciones, la primera clase regular sucedió el 6 de mayo, impartida por el profesor Caribe da Rocha, de la asignatura de Historia Natural y Parasitología.

Era el momento de trabajar firmemente y hacer con que la Facultad fuera una realidad concreta. El Barón organizó rápidamente el primer regimiento interno de la Facultad, calcado en los moldes de la Facultad Nacional de Medicina en Rio de Janeiro y encomendó a Bruno Lobo, médico paraense radicado en Rio, láminas de histología normal y patológica, además de colecciones de mineralogía y zoología para las clases de Historia Natural16,13.

Comenzaría en ese momento también un período marcado por gran inestabilidad en la recién fundada escuela. Pasado el entusiasmo inicial, muchos profesores, ya fuera por falta de remuneración o de vocación, empezaron a pedir dimisión; otros fueron cambiando de asignatura, y no raro, asumiendo diversas, simultáneamente, como Prisco dos Santos y Renato Chaves13, para mantener la Facultad funcionando.

Las clases ocurrían en un espacio físico precario, siendo las teóricas impartidas en dos salas del colegio Paes de Carvalho, de frente a la calle João Diogo y las prácticas de anatomía en la morgue municipal, situada en frente al mercado de Ver-o-Peso13.

 

 

La enseñanza era rigurosa, con un porcentaje de reprobación elevado, lo que, vale destacar, no era una exclusividad de la Facultad de Medicina de Pará. Toda nueva Facultad de Medicina creada en la Vieja República precisaba imponer respeto en el Ministerio de Justicia y Relaciones Interiores, teniendo que probar que no era una fábrica de diplomas. Este criterio moralizante, en la definición del mismo Camilo Salgado generó al menos una vez una situación de constreñimiento17.

A fines de marzo de 1922, luego de reprobaciones en masa en microbiología, anatomía e histología, los alumnos se sintieron perseguidos y fueron a buscar el apoyo del director de la Facultad, el Barón de Anajás. Este manifestó públicamente su opinión de que ninguno de los alumnos debería ser reprobado; los examinadores mantuvieron firmes sus deliberaciones y, sintiendo que no se les consideraba, buscaron apoyo en Camilo Salgado, que estuvo a favor de los profesores. El Barón, como no podía ser de otro modo, sintió su autoridad desmerecida y dejó su cargo, alejándose de la Facultad definitivamente18. Camilo Salgado asumiría a partir de ahí la dirección de la institución, de la cual solamente saldría a su muerte, en 1938.

Percibiendo también que la Facultad necesitaba de una sede propia, el 1o; de enero de 1923 Camilo Salgado lanzó una gran campaña, con el objetivo de obtener donaciones para la adquisición de un inmueble que fuera la sede de la Escuela. La elección recayó sobre el Palacete Santa Luzia, que pertenecía al señor Adolph Kolb y que, desde 1900 estaba alquilado al Gobierno del Estado, para que funcionara allí el Grupo Escolar "Wenceslau Braz". La oportunidad era buena, una vez que el Gobierno estadual comenzaba a perder el interés en el edificio, considerado inadecuado al funcionamiento de una escuela primaria, y el precio de los inmuebles estaba bajo por la crisis del caucho13.

Los diarios empezaron a divulgar enormes listas de donantes, desde personas comunes, como comerciantes, profesionales liberales, militares y religiosos, hasta grandes empresas, como bancos, farmacias y fábricas, que contribuyeron con cantidades diversas. Las donaciones se expandieron más allá de los límites de Belém, y se registraron contribuciones de distintos municipios del interior y aún de otros Estados. En el mismo período, algunos profesores donaron sus sueldos en pro de la campaña13.

Con una adhesión masiva de la población, la Facultad pudo comprar su nueva sede en junio de 1923 y luego de algunas reformas, se transfirió efectivamente para el Largo de Santa Luzia el 1o de abril de 192413.

El los antiguos papeles timbrados de la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará, además de las fechas de fundación e instalación, hay una alusión al día en que fue "Equiparada a las Officiaes por el ministerio de Justicia y Relaciones Interiores el 4 de setiembre de 1924". No es de extrañarse, ya que la equiparación marcaba el reconocimiento de la Facultad de Medicina por el Gobierno Federal, garantizando a los recién recibidos el reconocimiento de su diploma en todo Brasil. Equipararse a sus congéneres federales, o sea, a las escuelas médicas de Rio y de Bahia, era vital para la supervivencia de cualquier institución13.

 

 

Cumple destacar que la equiparación no era algo definitivo, obedeciendo a reglas rígidas, con previsión, incluso, de suspensión de una equiparación ya concedida. La Facultad de Medicina y Cirugía de Pará fue equiparada en cinco años, un tiempo corto, principalmente cuando recordamos que el promedio para equiparación de las facultades de medicina creadas en el mismo período varió entre 7 y 10 años13.

Se agregaron algunas facilidades al proceso de equiparación de la Facultad de Medicina de Pará. La ley preveía, por ejemplo, que debería haber un inspector federal en la Facultad para fiscalizar si esta cumplía un programa plenamente de acuerdo con las de sus congéneres; este inspector no podría tener afinidad de ninguna naturaleza con el director y los profesores, y, en lo posible, no debería ni siquiera residir en la misma ciudad. Nuestro inspector era médico y trabajaba en la Santa Casa. Tales benevolencias fueron fruto de la amistad de Camilo Salgado con el ya entonces senador Lauro Sodré, que era muy próximo al Barón de Ramiz Galvão, por ese entonces, miembro importante del Consejo Superior de Enseñanza y el primer rector de la recién creada Universidade do Brasil. No sería en vano que el primer inspector federal en la Facultad fue el dr. Lauro Sodré Filho13.

Ya debidamente equiparada, la Facultad formó sus primeros alumnos. De los 58 iniciales sobraron a las rigurosas reprobaciones apenas cuatro sobrevivientes: Antônio Magno e Silva, el ya mencionado "idealizador" de la Facultad de Medicina, por ese entonces profesor catedrático y director de la Facultad de Odontología; Bianor Penalber, periodista del "Estado do Pará" y de la revista "A Semana"; Honorato Remígio de Castro Filgueiras, cearense, que cursaba la Facultad Nacional de Medicina en Rio de Janeiro, habiéndose transferido para Belém en el cuarto año; e Hipolyto Carelli, griego. Bianor Penalber y Magno e Silva defendieron sus tesis de doctoramiento el 14 de abril de 1925, "Contribución al estudio del tratamiento de la filariosis" y "Etiopatogenia de las cirrosis al hígado", respectivamente; el día 16 de abril fue la vez de Honorato Filgueiras, cuyo tema fue "Docimasia Pulmonar - Método Icard Davilla"; y el día 18, Hipolyto Carelli, cuya tesis versaba sobre "Higiene de la Tuberculosis entre nosotros"13.

La Facultad atravesaría los años de 1930 con dificultades, a veces terminando el año endeudada13, teniendo que apelar a donaciones de su cuerpo docente13. Con presupuesto conseguido vía Lauro Sodré, en 1932, se logró construir un pabellón anexo, con un salón noble para las reuniones de la congregación. Alrededor de 1937, con la finalidad de agregarle un aire de modernidad, el Palacete Santa Luzia pasaría por una gran reforma que le extraería sus características art noveau e le imprimiría un aspecto art déco.

En 1938, con la muerte de Camilo Salgado, que desde 1922 era el director, la institución entraría en nueva fase. Si, por un lado, más equilibrada en términos financieros y, en consecuencia, más expansionista, con la construcción de nuevos pabellones especialmente en la década de 1940, por otro, las relaciones entre alumnos y Facultad se deterioraban gradualmente. El motivo: aumentos frecuentes en las tarifas escolares. Y el pararrayos era el dr. Olimpio da Silveira**, secretario de la Facultad desde el inicio de la década de 1920. Era Olimpio quien controlaba las finanzas, economizando cada vintén, y luchaba siempre por lo que consideraba correcto para la escuela, alcanzando a veces puntos excesivos19.

El Directorio Académico de Medicina (DAM) lanzó entonces una campaña para que la Facultad fuera asumida por el gobierno federal, tornándose gratuita. La lucha fue ardua y el foco principal de diversas gestiones del DAM. Por años, presidentes del directorio, destacados líderes estudiantiles como Abraão Levy, Pedro Amazonas Pedroso y Jean Bittar, entre otros, dieron prioridad a ese foco13.

Mientras que el proyecto de ley de la federación de la Facultad de Medicina recorría larga tramitación, la Escuela, ya bajo la dirección de Lauro de Magalhães††, inauguró en 1940 su nuevo pabellón de anatomía, el pabellón Camilo Salgado; en 1949, sería la vez del auditorio, con capacidad para doscientas cincuenta personas sentadas, descrito en la época como el más moderno de Belém; en 1950, fue la vez del bioterio, mientras que la piedra fundamental del Instituto de Higiene, el actual Núcleo de Medicina Tropical, ya había sido lanzada, marcando a la década como la de mayor expansión física de la Escuela13.

Luego de cerca de diez años de luchas, idas y venidas, el Presidente Dutra sancionaría la Ley 1.049, de 3 de enero de 1950, que federalizaba la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará. Los alumnos se vieron finalmente libres de las tarifas escolares y los profesores supervivientes que trabajaban en dicha casa desde los días de su fundación, ya ancianos, pasaron a tener derecho a una jubilación13.

Más que eso, con la federación la Facultad encerraba un ciclo de vida como institución. Un nuevo cuerpo docente surgiría, sustituyendo a la generación del 1919 y los estudiantes encontrarían otra gran lucha que marcaría los años siguientes: la creación de la Universidad de Pará.

 

REFERENCIAS

1 Gomes MM, Vargas SS, Valladares AF. A Faculdade de Medicina Primaz do Rio de Janeiro em dois dos cinco séculos de História do Brasil. Rio de Janeiro: Atheneu; 2001. 3 p.

2 Rigatto M. Fogos de Bengala nos céus de Porto Alegre. A Faculdade de Medicina faz 100 anos. Porto Alegre: Tomo-Editorial; 1998. 33 p.

3 Borges MR. A História da Escola de Medicina e Cirurgia do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: Revinter; 2008. 819 p.

4 Campos MM. Cinquentenário da Faculdade de Medicina da Universidade de Minas Gerais. Belo Horizonte: EDUMG; 1961. 59 p.

5 Lacaz CS. Faculdade de Medicina - Reminescências, Tradição, Memória de minha escola. São Paulo: Atheneu; 1985.

6 Wachowicz RC. Universidade do Mate - História da UFPR. Curitiba: APUFPR; 1983. 41 p.

7 Weinstein B. A borracha na Amazônia: expansão e decadência, 1850-1920. tradução de Lólio Lourenço de Oliveira. São Paulo: Hucitec/Edusp; 1993. 371 p.

8 Folha do Norte, Belém: jan 1939.

9 Ribeiro PRC. A Faculdade de Odontologia como unidade predecessora da UFPA. In: Beckmann C, Côrrea RC, organizadores. Odontologia: 90 anos. Belém: Edufpa, Conselho Estadual de Cultura, Academia Paraense de Odontologia; 2005.

10 Beckmann CFR. A medicina no Pará no início do século XX e a instituição do ensino médico. Ver Cult Pará. 2003 jul;14(2):129-264.

11 Pará-Médico, vol III, anno VIII, no 10, set 1922.

12 Borges MR. A História da Escola de Medicina e Cirurgia do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: Revinter; 2008. 819 p.

13 Abreu Jr JMC. Miranda AG. Memória Histórica da Faculdade de Medicina Cirurgia do Pará, 1919-1950. Da Fundação à Federalização. Belém; 2009.

14 Folha do Norte, Belém: maio 1919.

15 Faculdade de Medicina e Cirurgia do Pará. Relatório do ano de 1944. Belém: Oficinas Gráficas da Revista de Veterinária; 1945.

16 Lobo BA. A Faculdade dos meus dias. Rio de Janeiro: Acess; 1994. 75 p.

17 Faculdade de Medicina do Pará. Trechos de relatórios apresentados à congregação. Belém: Typ. da Livraria Gillet; 1923.

18 Estado do Pará, mar 1922.

19 Rebello B, Silveira O. Província do Pará. Belém: nov 1968.

 

 

Correspondência / Correspondence / Correspondencia:
José Maria de Castro Abreu Junior
Trav. Mauriti, no 2218.
Bairro: Pedreira
CEP: 66087-680
Belém-Pará-Brasil
Tel.: +55 (91) 3226-0337/ 9982-3152
E-mail: josemcajr@yahoo.com.br

Recibido en: 28/6/2010
Aceito en: 26/8/2010

 

 

*Posteriormente orientó su enseñanza integralmente a la alopatía, pasando a llamarse Escuela de Medicina y Cirugía de Rio de Janeiro. Está ligada actualmente a la Uni-Rio3.

Resolvemos aquí mencionar apenas las escuelas médicas que existen hasta hoy, o sea, que sobrevivieron, desconsiderando iniciativas que naufragaron, como otra escuela médica en São Paulo, una en Rio Grande do Sul y el Curso de Medicina de la Universidade Livre de Manaos6.

Se refiere, en el período, el aparecimiento de instituciones como la Universidade Escolar Internacional, que suministraba diplomas de diversas áreas del conocimiento, incluyendo medicina, en cursos realizados por correspondencia6.

§El nombre Facultad de Medicina y Cirugía de Pará surge en la década de 192013.

l lMédico paraense, nacido en 1874, fallecido en 1938. Inició el curso médico en Bahia, terminándolo en Rio de Janeiro en 1896, elevado a la condición de santo popular en la Ciudad de Belém13.

Era profesor catedrático de Microbiología en la Facultad Nacional de Medicina y Director del Museo Nacional16.

**Olimpio Cardoso da Silveira (1879-1968) sergipano, formado na Bahia, radicado no Pará desde 1906.

††Após a morte de Camilo Salgado até o ano de 1950, a Faculdade teve os seguintes diretores: Lauro de Magalhães (1938-1943); Acylino de Leão (1944-1946); Lauro de Magalhães (1947-1954)11.