EDITORIAL

¿Cita o plagio?

Vânia Barbosa da Cunha Araújo

Editora Executiva da RPAS. Instituto Evandro Chagas/SVS/MS, Ananindeua, Pará, Brasil

En todas las áreas del conocimiento humano, especialmente en aquellas en las que hay producción de información, los investigadores buscan defender sus afirmativas por medio de la expresión y del registro del método científico y los resultados obtenidos por sus pares, principalmente citando a los que tienen una producción intelectual consolidada y que publican en periódicos de renombre.

El avance tecnológico en el área de la ciencia de la información ha beneficiado sobremodo a las revistas científicas. Basta observar el estándar de alta calidad de las indexadas en SciELO. Los comités evaluadores están cada vez más rigurosos con relación a los criterios exigidos. Esto demuestra excelencia y merece los aplausos de todos. Sin embargo, con este avance también viene creciendo el gran villano en el contexto de la producción científica o académica -el plagio.

La práctica de "copiar y pegar" se ha vuelto tan usual que pasa a asumir proporciones preocupantes y debe servir de alerta tanto para los orientadores como para los evaluadores en las actividades de enseñanza e investigación. Algunas instituciones ya están tomando medidas para cohibir esa práctica, como, por ejemplo, la Capes que divulgó, en agosto de 2011, orientaciones que tienen como objetivo combatir el plagio. Con relación a los editores, ya se observa entre ellos un movimiento creciente para intentar preservar la calidad de sus revistas; tanto es así que buscan mecanismos de rastreo, utilizando los buscadores tradicionales, como Google y otros, yendo más allá, al adquirir programas específicos para esa finalidad. La difusión de esos programas ha sido amplia y el tema ha despertado interés general, siendo incluso objeto de publicación en nota en The Lancet sobre la utilización de esas herramientas para la preservación de la originalidad de los manuscritos.

A pesar de que la Revista Pan-Amazônica de Saúde es un periódico emergente, su Núcleo Editorial tiene suficiente criterio con relación a ese aspecto. Y en la calidad de Editora Ejecutiva de esta Revista, es mi obligación ratificar el porqué del rigor con el que analizamos los trabajos recibidos. Nuestra observación se basa en ejemplos de envíos de artículos a la RPAS en los que el autor, en algunos casos, realiza una cita de modo equivocado, y por ese motivo, el referido trecho pasa a configurar plagio; en otros, se apropia de ideas de terceros, transcribiendo literalmente párrafos o páginas enteras de otras obras; o, aún, copian, en un mismo trabajo, varios párrafos de diversas obras sin mencionar la fuente.

El número de trabajos que recibimos en esas condiciones es elevado, obligándonos a disponer un profesional que se dedique exclusivamente a la tarea de detectar situaciones que configuren plagio. Tomamos esa medida para evitar la publicación de algún artículo que se encuadre en esa situación, aunque reconocemos que, aún cercados de todo cuidado, no estamos libres de pasar por circunstancia similar a la de la materia intitulada "USP dimite profesor por plagio en la investigación" publicada por la Folha de São Paulo.

Es muy importante que todos, editores, autores, orientadores y alumnos, sean cautelosos al reproducir o aceptar la transcripción de trechos de otro autor, con la finalidad de evitar constreñimientos y, hasta poder responder judicialmente por actos de terceros. Esa práctica trae perjuicio tanto para el editor como para el autor que plagió y, principalmente, para el autor intelectual de la obra original, que ve su idea ser usurpada. En caso de litigio judicial, aunque quede comprobado que no hubo mala fe y se abra espacio a la retractación, los involucrados en el proceso pasan por un trastorno que conlleva perjuicios de orden moral, profesional y financiero.

Escribir es un arte y el estilo es individual, pero el texto científico exige un lenguaje apropiado y clareza lógica, lo que demanda la observación de reglas básicas, entre las cuales la principal es el respeto a la verdad, tanto en los resultados alcanzados por el autor, como en el usufructo de los resultados ajenos. Es en la búsqueda de esa verdad en la que reposa toda la construcción del conocimiento humano. Sin ella, la ciencia sería destruida por la desconfianza y el descrédito.