INTRODUCCIÓN

Con la intención de incentivar la utilización de terapias complementarias en el Sistema Único de Salud (SUS) y, así, seguir lo que preconiza la Organización Mundial de Salud (OMS), el Ministerio de Salud (MS) publicó la Relación Nacional de Plantas Medicinales de Interés al SUS (RENISUS) en febrero de 2009. En la lista figuran plantas empleadas por la sabiduría popular y también plantas cuyos efectos han sido comprobados científicamente. Además, se priorizó la inclusión de plantas nativas de los diversos biomas del país y que permitieran atender a las enfermedades más comunes de los brasileños¹.

La finalidad de la lista fue y continúa siendo una iniciativa importante, pues estimula la enseñanza y la práctica de ese conjunto de plantas, además de orientar estudios e investigaciones que puedan subsidiar la producción de nuevos medicamentos de fitoterapia que sean puestos a disposición para uso de la población con eficacia y seguridad en el tratamiento de enfermedades¹.

La Resolución GM/MS nº 533, de 28 de marzo de 2012, establece la relación de los 12 medicamentos de fitoterapia de la Relación Nacional de Medicamentos Esenciales (RENAME) disponibles en el SUS (congorosa, guaco, alcachofa, aruera, cáscara sagrada, garra del diablo, isoflavona de soja, uña de gato, menta, aloe, sauce y llantén o lengua de vaca), plantas que hacen parte de la RENISUS².

Reconociendo y valorizando la utilización de plantas medicinales por la población, el MS instituyó, en 2006, la Resolución nº 971³, la cual aprueba la Política Nacional de Prácticas Integrativas y Complementarias en el SUS. Tal política institucionaliza prácticas como fitoterapia y plantas medicinales en el SUS⁴.

En el 2013, el MS duplicó el presupuesto anual destinado a proyectos de estructuración de arreglos productivos locales sobre plantas medicinales y de fitoterapia. Distribuyó un valor de R$ 12 millones dirigidos al Programa Nacional de Plantas Medicinales y de Fitoterapia del MS⁵.

Es destacable que la utilización de plantas medicinales constituye una forma económica de tratamiento para la mayoría de la población, contribuyendo significativamente a la atención primaria a la salud⁶.

A lo largo del tiempo, las personas usufructuaron de la naturaleza con la finalidad de satisfacer sus necesidades primarias. Esto también se aplica al uso de esos productos naturales, como medicación para una amplia gama de enfermedades⁷. Una gran parcela de la población de países en desarrollo depende de recursos vegetales para cuidados de salud. Se sabe que la medicina convencional puede tratar innúmeras enfermedades, pero sus costos son elevados y los efectos colaterales indeseados están dirigiendo a muchas personas a volver a utilizar medicamentos en base a plantas que tienden a tener menos efectos colaterales⁸.

Se estima que 60% de la población mundial y 80% de la población de países en desarrollo dependen de la medicina tradicional⁹. Una evaluación reciente reveló que, en 2010, 50% de las nuevas entidades químicas aprobadas por la U.S. Food and Drug Administration fueron extraídas de fuentes naturales y sus derivados¹⁰.

Consecuentemente, existe una necesidad de estudios experimentales para evidenciar las propiedades farmacológicas e identificar los compuestos activos presentes en las plantas. De esa forma, se evitan los maleficios resultantes del uso indebido, lo que proporcionará un aumento de los beneficios en la utilización de las plantas medicinales indicadas por la cultura popular¹¹.

La OMS ha reforzado el compromiso de incentivar el desarrollo de políticas públicas que prioricen el uso de plantas medicinales para insertarlas en el sistema oficial de salud de sus 191 Estados miembros¹². Se estima que existan aproximadamente 350 mil especies de plantas, sin embargo, es posible que menos de 15% de la biodiversidad mundial haya sido evaluada con relación a su potencial bioactivo¹³. Tal dato refuerza la necesidad de investigar nuevas biomoléculas de plantas, porque no hay un número considerable de plantas que todavía permanezcan a disposición para nuevas investigaciones¹⁴.

En ese sentido, se destaca la cúrcuma (Curcuma longa L.), constante en la lista de la RENISUS, utilizada hace años en la culinaria como condimento y por la cultura popular con actividades terapéuticas científicamente comprobadas. La planta, de la familia de las Zingiberáceas, mide hasta 1 m de altura, con un tallo corto, usualmente cultivada en las regiones tropicales y subtropicales, con mayor destaque y tradición en los países asiáticos¹⁵.

El principal compuesto activo de la cúrcuma es un curcuminoide, denominado curcumina, el cual fue extraído de los rizomas de la C. longa y aislado en el siglo XIX. Es de color amarillo y responsable por sus acciones biológicas¹⁶.

Existen varios datos en la literatura que indican una gran variedad de actividades farmacológicas para la C. longa, comprobando actividades antiinflamatoria, antiviral, antibacteriano, antioxidante, antifúngica, anticarcinogénica, entre otras acciones terapéuticas¹⁷.

La importancia de la C. longa para la salud cambió considerablemente desde el descubrimiento de la propiedad antioxidante, por intermedio de la presencia de compuestos fenólicos, como los curcuminoides¹⁷, los que inhiben la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS)¹⁸, protegiendo nuestro organismo de daños ocasionados por el estrés oxidativo. Compuestos de la C. longa también pueden interferir en otros procesos celulares diferentes, tales como la activación de la apoptosis, la inhibición de la agregación de plaquetas, la inhibición de la producción de citocinas inflamatorias y la inhibición de ciclooxigenasas (COX)¹⁹.

Existen varias publicaciones en la literatura que destacan el potencial terapéutico de esta planta. La actividad anticarcinogénica de la C. longa ya había sido sugerida en un estudio de 1985²⁰, en el cual los rizomas de la planta fueron evaluados in vitro e in vivo utilizando células de linfoma de Dalton cultivadas como forma de ascitis. El extracto de la C. longa redujo el desarrollo de tumores en los animales estudiados.

En virtud de lo expuesto, el objetivo de esta investigación fue de realizar una revisión sistemática que señalara la cantidad de artículos científicos sobre la actividad terapéutica de la C. longa, publicados en tres bases de datos en el período de 2010 a febrero de 2013.

La investigación está dirigida al área de atención primaria a la salud y se justifica su realización en detrimento del hecho de que en la literatura no existan publicaciones semejantes que aborden la reciente producción científica de la C. longa.

MATERIALES Y MÉTODOS

Esta revisión sistemática fue basada en la producción científica de la C. longa. Para tanto, se analizaron artículos científicos publicados en tres bases de datos científicas: Science Direct, Springer y Scientific Electronic Library Online (SciELO), a partir de la creación de la RENISUS, entre enero de 2010 y febrero de 2013. La elección de esas bases de datos sucedió en virtud de presentar contenido de relevantes revistas de circulación nacional e internacional. El descriptor utilizado en la consulta en esas bases de datos fue el nombre científico de la cúrcuma, Curcuma longa L.

El criterio de selección de los artículos fue el de buscar publicaciones que comprobaran acción terapéutica a partir de la investigación con C. longa. Por ese motivo, se consideraron todos los artículos científicos gratuitos, puestos a disposición en la forma de texto completo en las bases de datos consultadas, en cualquier idioma publicado. Se destaca que se descartaron reseñas, comentarios, artículos de revisión y otros textos que abordaban apenas la parte química de la planta. También se excluyeron los artículos que mencionaban solamente el uso empírico de la cúrcuma, además de trabajos realizados a partir de entrevistas semiestructuradas.

Para conectarse con el texto completo, fue seleccionado el link disponible directamente en la misma base de datos elegida. Tales datos se guardaron en disco rígido (hard disk), distribuidos en tres carpetas llamadas: "Science Direct", "Springer" y "SciELO".

También se señala que fueron contabilizados solamente una vez los artículos repetidos en las bases de datos, siendo que de las 1.139 investigaciones encontradas en las bases de datos, 27 publicaciones se eliminaron por estar duplicadas.

La presente revisión de artículos se realizó en tres etapas. Inicialmente, las publicaciones encontradas en las bases de datos fueron evaluadas con relación al título, los que se seleccionaron fueron los estudios con términos relacionados con C. longa, abarcando términos como "curcumin", "curcumina", "turmeric", "turmérico", "azafrán" y "saffron". Esas publicaciones se analizaron por la lectura del abstract, habiéndose elegido los que mencionaban algún tipo de tratamiento terapéutico con C. longa. Así, restaron 198 trabajos, los cuales se leyeron en su totalidad para elegir los que comprobaban potencial terapéutico a partir del estudio con C. longa.

La figura 1 ilustra la cantidad de artículos de interés seleccionados en cada base de datos luego de cada etapa de análisis.

Fuente: Datos de la investigación, 2015.

Figura 1 - Flujograma de las etapas de selección de los artículos de interés 

RESULTADOS

La búsqueda en las bases de datos seleccionó 1.139 artículos (Tabla 1). Como mencionado anteriormente, en la etapa siguiente se evaluó el título de esos estudios, habiendo sido seleccionados, en esa fase, 354 artículos relacionados con C. longa. La tabla 1 informa además, la cantidad de artículos de interés, seleccionados en cada base de datos, luego de la conclusión de los análisis.

De los 354 artículos seleccionados en la primera etapa, se siguió a la segunda fase del análisis, que tuvo como foco la lectura del abstract. En esa etapa, se seleccionaron 198 trabajos que mencionaban tratamiento efectivo con C. longa.

Luego de la lectura del texto integral de estos 198 artículos seleccionados en la etapa anterior, la investigación se concentró en 107 artículos de interés (9,39% del total de publicaciones sobre C. longa en las tres bases de datos). De este total, tres fueron publicados el año 2010, 43 en el 2011, 56 en el 2012 y además, cinco estudios fueron publicados en el período de enero a febrero de 2013, ya que se consideraron datos hasta el mes de febrero del 2013. Con esas publicaciones fue posible evaluar para cuales enfermedades la C. longa presenta potencial terapéutico (Tabla 2).

Entre los estudios de interés seleccionados en el período de la investigación, se observó que 67 se trataban de estudios preclínicos in vivo, mientras que 40 artículos eran provenientes de estudios preclínicos in vitro.

De esos 107 artículos de interés con C. longa, se observó que 44 (41,12%) mencionaban algún tipo de actividad terapéutica antitumoral, de estos, ocho estudios estaban dirigidos al cáncer de mama, según las siguientes investigaciones publicadas por Ströfer et al²¹, Zong et al²² y Kim et al²³. Se hallaron otros siete estudios para actividad anticarcinogénica, según las investigaciones de Mimeault y Batra²⁴, Bandgar et al²⁵ y Nair et al²⁶.

Además, cuatro estudios seleccionados estaban relacionados al cáncer de pulmón, según Datta et al²⁷ y Xu et al²⁸, por ejemplo.

Para el cáncer de hígado, se hallaron tres estudios atribuyendo potencial terapéutico a la C. longa, a ejemplo de lo que fue publicado por Chang et al²⁹.

Aún, en conformidad con la tabla 2, analizando separadamente los resultados por enfermedad, la diabetes mellitus fue la enfermedad con mayor cantidad de estudios (11 artículos) con C. longa, a ejemplo de los trabajos publicados por Soetikno et al³⁰, Na et al³¹ y Abdel Aziz et al³².

Se destaca, también, que esta revisión evaluó solamente un período de la producción científica después de la creación de la RENISUS, aunque anteriormente y posteriormente a ese período, otros estudios ya han sido realizados con el fin de comprobar científicamente el potencial terapéutico de la C. longa.

DISCUSIÓN

La utilización de especies vegetales a largo plazo sugiere que estas sean capaces de sustituir a muchas drogas sintéticas con conocidos efectos colaterales. Siendo así, la medicina popular puede complementar la terapia tradicional, ofreciendo nuevas perspectivas terapéuticas³³.

La actividad prometedora de la curcumina, responsable por la actividad quimiopreventiva y antineoplásica de la C. longa en estudios preclínicos realizados in vitro e in vivo, aún no ha tenido su acción terapéutica totalmente confirmada. Como ya mencionado, el compuesto curcumina es uno de los constituyentes activos encontrado en mayor concentración en especies de la familia Zingiberáceas³⁴, hecho que justifica la elevada cantidad de investigaciones realizadas con la C. longa.

Estudios como los realizados por Liu et al³⁵, Di et al³⁶, Saha et al³⁷ y Dai et al³⁸, por ejemplo, demuestran que la cúrcuma viene siendo estudiado y posee propiedades terapéuticas eficaces y prometedoras, especialmente en el tratamiento de innúmeras formas de cáncer. Este escenario viene al encuentro de los resultados descritos en la presente revisión, siendo que 44 artículos (41,12% del total de interés) mencionan algún tipo de actividad terapéutica antitumoral a partir del estudio de la C. longa.

Solamente dos trabajos de los 107 artículos de interés fueron realizados por investigadores brasileños, por no tratarse de una especie vegetal nativa. En este contexto, explorar la biodiversidad puede contribuir a que la utilización de plantas medicinales por parte de la población venga a ser considerada un área esencial en el País, considerando que existe potencial económico en la flora brasileña a partir del descubrimiento de nuevos compuestos derivados de productos naturales³⁹.

CONCLUSIÓN

De los 1.139 estudios encontrados en las bases de datos estudiadas, 107 artículos demostraron algún tipo de actividad terapéutica a partir de la C. longa, planta medicinal constante de la lista de la RENISUS.

Del total de artículos de interés, 44 estaban dirigidos a la actividad terapéutica antitumoral, de esos, ocho estudios eran relacionados al carcinoma de mama. Evaluando separadamente los resultados por enfermedad, la diabetes mellitus fue la enfermedad con la mayor cantidad de estudios publicados (11 artículos) a partir de investigaciones con la C. longa.

Con base en la literatura científica, es posible afirmar que varios trabajos se han realizado con el intento de encontrar compuestos activos con bajos efectos colaterales y significativa actividad farmacológica. Sabiéndose que las plantas poseen elevado número de sustancias químicas y que muchas ni siquiera han sido estudiadas, explorar productos naturales puede mostrar la cura de muchas enfermedades.

Por fin, se espera que tales resultados contribuyan a la orientación de nuevos estudios sobre la especie en tema, dirigiendo investigaciones en otras áreas todavía no exploradas y también con otros compuestos extraídos de esa planta prometedora.