ANTÔNIO MAGNO E SILVA Y LA FACULTAD DE MEDICINA DE PARÁ

Al completar, en 2019, su primer siglo de existencia y ser considerada el hito principal del comienzo de la enseñanza médica en la Amazonía brasileña, la idea de crear la Facultad de Medicina de Pará, más tarde llamada Facultad de Medicina y Cirugía de Pará^*, todavía carece de estudios más profundos que hagan justicia al significado real de la mencionada Institución para la región.

Algunos textos sobre la fundación de esta escuela de medicina llaman la atención por su enfoque laudatorio y algo cargados de mesianismo y predestinación, como la revista Pará-Médico, de setiembre de 1922. Durante mucho tiempo, el tema "Facultad de Medicina de Pará", presente en este número especial publicado para conmemorar el bicentenario de la Independencia, publicado tres años después del surgimiento de la Facultad, fue una especie de canon reproducido ad nauseam por quienes escribieron sobre este tema - en general, sin mencionar la fuente bibliográfica - y como tal, sin respuestas, "[...] estableciendo su propio pasado a través de la repetición casi obligatoria [...]"², en consecuencia creando y reproduciendo mitos.

En el tema relacionado a la fundación de la Facultad de Medicina, en la publicación mencionada, se lee³:

Fue en el último [sic] ano de 1918 que algunos miembros de la Asociación Científica de Pará, mantenedora de una Escuela de Odontología, procuraron el ilustre médico paraense Dr. Camillo Salgado y apelaron a su espíritu elevado y a su legítimo prestigio en la clase médica, para que pudiese ser realidad la creación de una Facultad de Medicina, cuya dirección le fue ofrecida.

El Dr. Salgado amparó francamente la idea, tomando la delantera, apenas declinando de su nombre como director del nuevo establecimiento y señalando para tan elevado encargo el acatado Barón de Anajás, que se asoció al benéfico emprendimiento, quedando él como vicedirector.

Analizando el texto anterior, tenemos lanzada la idea de creación de una Facultad de Medicina por "[...] miembros de la Asociación Científica de Pará [...]", que, presentada al "[...] ilustre médico paraense Dr. Camillo Salgado [...]", fue por él acatada, "[...] tomando la delantera [...]". El trecho alimentaría la idea de que la fundación de la escuela médica se debió particularmente al médico Camilo Salgado, figura de destaque en la Medicina local, gozando de gran prestigio social, con sus actividades médicas frecuentemente divulgadas por los diarios y hoy considerado como un "santo popular", en una devoción que, a veces, ultrapasa la región^†. De cualquier modo, aunque no se quiera desmerecer el papel de Camilo Salgado, aún los memorialistas que se apoyaban particularmente en el texto de Pará-Médico contrarían esa tesis. Clóvis Meira, uno de los autores que más escribió sobre la Facultad, además de los textos en libro, afirma, en entrevista al diario O Liberal, en las celebraciones de los 70 años de fundación de la escuela: "Quien propuso la creación de una facultad de Medicina aquí en Pará fue Antônio Magno e Silva, miembro de una asociación médico-científica que ya mantenía una escuela de Odontología [...]"⁵ (Figura 1).

Fuente: Antônio Magno e Silva. A Semana. 1925 abr;7(365).

Figura 1 - Antônio Magno e Silva 

Sin embargo, el protagonismo de Magno e Silva se apaga frente a la idea de un médico en la condición de mito fundador. La "primacía" de Camilo Salgado se va a juntar a las historias de otras Facultades de Medicina creadas en la vieja República, las que tienen, en su construcción narrativa, la figura de un médico mentor y conductor, el que termina transformándose en una especie de patrono, como: Arnaldo Vieira de Carvalho, en la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo; los médicos Nilo Cairo y Vitor Ferreira do Amaral, en la Universidad de Paraná; Otávio Freitas, en la Facultad de Medicina de Recife; Eduardo Sarmento Leite, en la Facultad de Medicina de Rio Grande do Sul⁶.

Entretanto, el texto de Pará Médico parece sugerir la idea de "una Facultad en busca de un autor", cuando afirma que "[...] algunos miembros [...]" le llevaron la idea a Camilo Salgado y él fue el responsable por los demás sucesos. Considerando que "[...] la historia es una narrativa de eventos: todo el resto resulta de eso [...]"⁷, cabe al investigador buscar, en los relatos históricos, los diversos vieses, incluso los silencios; en ese caso específico, intentar descortinar a los sujetos ocultos por el médico transformado en mito, hecho constantemente reforzado por sus biógrafos.

En lo que dice respecto a la Asociación Científica de Pará, se estableció una confusión entre esta y la Sociedad Propagadora de las Ciencias, lo que también acabaría siendo repetido por los autores que se apoyaron en el texto de Pará-Medico de 1922. Ribeiro⁸ relata que esa Asociación fue en primer lugar conocida como Sociedad Propagadora de las Ciencias, lo que no procede, ya que se trata de dos entidades diferentes.

La Sociedad Propagadora de las Ciencias, a veces también llamada Centro Propagador de Ciencias, fue una asociación fundada el 23 de enero de 1918. Esta institución fue responsable por la creación de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, no relacionada con la Facultad de Odontología, creada en 1914 y mucho menos con la de Medicina. La confusión entre los memorialistas debe haber ocurrido cuando, en 1918, el Centro de Propagación de Ciencias creó otra Facultad de Odontología en Belém, cuya duración fue muy breve, y los estudiantes de la misma, después de un acuerdo, fueron incorporados a la Escuela de Odontología más antigua¹.

Sobre la Escuela de Odontología, el periódico Estado do Pará, del 17 de mayo de 1914, informó sobre la fundación de una Escuela Libre de Odontología, por iniciativa del profesor Joaquim Vianna, el farmacéutico Leandro Tocantins, los dentistas Magno e Silva y Carmelino Salgado y del doctor Jayme Aben-Athar. Aún, según las noticias, la nueva escuela estaba de acuerdo con la Ley Orgánica de Enseñanza, con el curso siguiendo el modelo del Curso de Odontología de la Facultad de Medicina de Rio de Janeiro⁹.

Para Ribeiro⁸, la Escuela de Odontología fue fundada el 4 de julio de 1914, en la casa del profesor Joaquim Tavares Vianna^‡, bajo su presidencia, y con miembros como Antônio Magno e Silva, Carmelino Salgado, Antônio Periassú, Camilo Salgado, Pinheiro Sozinho, Jayme Aben-Athar y el farmacéutico Lima e Silva, y fue llamada de "Escuela Libre de Odontología de Pará". El grupo se convirtió en la Congregación de la nueva institución y nombró a Joaquim Tavares Vianna como director, Antônio Magno e Silva como vicedirector y a Lima e Silva como secretario, respectivamente. Antônio Magno e Silva se convirtió en director en 1917, un puesto que dejó solo en 1939 con su muerte. Es durante la administración de Antônio Magno e Silva, por una idea propia y por resolución de la Congregación de la escuela, en deliberación unánime, que el 9 de enero de 1919, se creó la Facultad de Medicina de Pará⁸, en la misma reunión en la que se creó la Asociación Científica de Pará, inicialmente llamada Asociación Médico-dental de Pará.

De la misma manera que el texto Pará-Medico de 1922, el relato contenido en el opúsculo que conmemora el 90º aniversario de la Facultad de Odontología de la Universidad Federal de Pará no registra la fuente investigada, lo que resulta en otro texto "canónico" para ser repetido, aunque surge una fecha inaugural para la Facultad de Medicina - el 9 de enero - reproducida en las formas iniciales de la escuela de medicina, junto con el 1º de mayo, que marca su instalación oficial, que pueden considerarse como "[...] vestigios de fechas de la memoria [...]", es decir, "[...] lo que queda registrado como fecha exacta de un evento [...]"¹¹.

Al recopilar las actas de la reunión de la Escuela de Odontología, tenemos detalles de esa creación de la Facultad de Medicina, así como de la Asociación Científica. Por su importancia e incluso por lo inédito, transcribimos el extracto de la sesión extraordinaria del 9 de enero de 1919 de la Congregación de la Facultad de Odontología, en el cual se relata la creación de la Facultad de Medicina¹²:

Luego, el Dr. Director recuerda la idea de la fundación de una Facultad de Medicina en esta Capital, dada la necesidad de que haya el apoyo de esa ciencia en todo el Estado que todavía necesita ser saneado y de la asistencia de estos apóstoles de la ciencia, porque aunque parezca que el número de quienes ejercen este sacerdocio ya es alto para una Capital como la nuestra, es cierto que a menudo son insuficientes para hacer frente a los múltiples casos que ocurren entre la población. Y si consideramos que el interior del Estado adolece de la falta de médicos, especialmente de higienistas que enseñen y apliquen las reglas saludables de la ciencia y que llevan el socorro y las prácticas de la medicina y la cirugía a quienes las necesitan, aún serán pocos los que en seis años después de la fundación de esta Facultad, es decir, cuando precisamente el primer grupo de graduados ingresará a ejercer la noble profesión de la humanidad, para lograr el saneamiento de las áreas plagadas por las diversas endemias reinantes. Y si también consideramos que la cultura nunca es demasiada, ya que establece el grado de avance de un pueblo, esta idea tendrá los aplausos generales y traerá, en el futuro, beneficios reales.

En la secuencia de la reunión, Magno e Silva propuso las bases de una asociación llamada "Asociación Medico-dental de Pará", una sociedad civil destinada a "[...] establecer, mantener y supervisar una Facultad de Medicina en este Estado [...]" que ofrecería "[...] los cursos de medicina, odontología, farmacia y obstetricia [...]"¹².

Asistieron a la reunión: Antônio Magno e Silva (dentista), Hermógenes Pinheiro (médico), Álvaro Gonçalves (dentista), Fernandes Penna (médico), Renato Franco (farmacéutico y dentista) y Evaristo Silva (médico), todos pertenecientes a la facultad del Odontología, los que deberían ser reconocidos como los verdaderos fundadores de la Facultad de Medicina^§.

El evento repercutió en la prensa, con el periódico Folha do Norte, días después, publicando la siguiente noticia: "En unos días se creará un importante establecimiento de educación superior en esta ciudad, que se llamará Facultad de Medicina de Pará [...]". Y, continuando, el texto ofrece una sorpresa: "Esta feliz idea, nacida en el seno de los miembros más ilustres de nuestra clase médica […]" (subrayado nuestro), ya está cambiando el enfoque de las acciones del grupo inicial, en una actitud premonitoria sobre el reconocimiento de los pioneros¹³.

En contraste con las noticias de Folha do Norte, el Estado de Pará parece restablecer la verdad al publicar las siguientes noticias¹⁴:

Los miembros de la congregación de la Escuela de Odontología, junto con ilustres médicos, fundaron en este Estado, una Facultad de Medicina, cuya falta era demasiadamente notada, ya que de Bahia para aquí no encontramos ninguna otra escuela de ese género. Cuerpo docente ilustrado no nos falta y para probar eso, basta citar los nombres de los médicos que componen la nueva escuela: Barão de Anajás, Camillo Salgado, Matos Cascaes, Arthur França, Cyriaco Gurjão, Silva Rosado, Dias Junior, Hermogenes Pinheiro, Francisco Pondé, Evaristo Silva, Carlos Franco, Acatauassú Nunes Filho, Souza Castro, Dyonisio Bentes, Penna de Carvalho, Pedro Miranda, Jayme Aben-Athar, Fernandes Penna, Azevedo Ribeiro, Cruz Moreira y varios otros que van a ser convidados [...]

No obstante, la Folha do Norte publicó, por varios días, noticias sobre la nueva Facultad en fase de creación, incentivando la adhesión de los futuros alumnos aunque nada mencionó sobre fundación y fundadores. Un detalle curioso: en varias notas publicadas, el título de la noticia reúne la Facultad de Medicina y la Escuela de Odontología de Pará, destacando así, la conexión entre las dos entidades^15,16,17. Lo mismo se observa en la noticia convocatoria para los exámenes de admisión al curso médico, lo que refuerza la existencia de los vínculos entre ambas¹⁸.

Lo que se observa es que, desde el principio, los eventos que ocurrieron el 9 de enero rara vez se mencionan en los textos sobre la creación de la Facultad de Medicina y Cirugía do Pará, lo que hace que la fecha sea casi un evento apócrifo. ¿Podría ser que el papel de la Escuela Libre de Odontología, en cierta forma, eclipsaría la participación efectiva de los médicos en la creación de la Escuela? Por todas estas razones, es esencial buscar la narrativa de los hechos en su lugar de nacimiento: las actas de la reunión.

La Asociación, creada en esa fecha e inicialmente llamada Asociación Médico-dental de Pará, cambió su nombre a Asociación Científica de Pará siguiendo la propuesta del profesor João Renato Franco, presentada y aprobada en una reunión de la Congregación el 7 de febrero de 1919. La nueva asociación consistía en miembros fundadores y efectivos, y en profesores para ser nombrados en el futuro, además de los miembros beneméritos, aquellos que hicieran donaciones no inferiores a un "conto de reis" (nombre del dinero en la época) o que realizaran servicios reconocidos como dignos de distinción. Su propósito era "[...] establecer, mantener y supervisar una Facultad de Medicina [...], que incluye, con el mayor desarrollo y conocimiento científico, los cursos de medicina, odontología, farmacia y obstetricia [...]"¹².

Un fenómeno histórico solo puede explicarse plenamente se es estudiado en su momento¹⁹. Una Facultad de Medicina, por lo tanto, no surgiría aislada de un contexto mayor, principalmente en las décadas iniciales del siglo XX, lo que se percibe en las justificativas de Magno e Silva para la implantación de la enseñanza médica, apoyando sus argumentos en las pautas vigentes del período, como el saneamiento de las zonas agrestes. Lima²⁰ refiere que, a fines de la década de 1910, el movimiento de saneamiento del agreste, o el saneamiento rural, alcanzó gran visibilidad. El país había (re)descubierto un interior abandonado con una población analfabeta y enferma. La resolución de este problema se entendió como el pilar para construir una nacionalidad. Hochman²¹ llama a este período "la era del saneamiento" y, entre 1916 y 1920, enumera cuatro hitos cronológicos como fundamentales para sintonizar las ideas de saneamiento como una agenda importante para que los políticos e intelectuales la incluyan en la agenda nacional. Son: 1) la enorme repercusión del discurso del doctor Miguel Pereira^¶, pronunciado en 1916, que caracteriza a Brasil como un "[...] inmenso hospital"; 2) la publicación, en ese mismo año, del informe de la expedición médico-científica del Instituto Oswaldo Cruz al interior de Brasil, que reveló una población enferma, improductiva, atrasada, abandonada y sin ninguna identificación con la patria; 3) los artículos en la prensa del médico Belisário Penna^**, reunidos en el libro El Saneamiento de Brasil, publicado en 1918; y 4) las acciones de la Liga Pro-Saneamiento, entre 1918 y 1920, el período inicial de la reestructura de los servicios federales de salud.

Incluso con todo este contexto histórico y las motivaciones alegadas por Magno e Silva, por favorable que fuera el momento, sería inútil si no hubiera apoyo legal para favorecer la iniciativa. La gran palanca para esta expansión de la enseñanza médica en la vieja República ocurrió el 5 de abril de 1911, con la Ley Orgánica de la Enseñanza, instituida por el Decreto No. 8.659, que se hizo conocida como la Ley Rivadávia Corrêa, debido a su creador^††. Dicha Ley tenía un carácter extremadamente liberal y positivista, garantizando la autonomía sobre las escuelas privadas, extinguiendo la acción de inspección del Gobierno Federal²⁴.

Si, por un lado, la Ley permitía abrir varias instituciones de educación superior, muchas no tenían calidad. Para Fernando Magalhães^‡‡, la Ley Rivadávia Corrêa fue "[...] un bacanal [...]", determinando la proliferación de "[...] universidades de barrio, Facultades de poblado, escuelas de aldea [...]" que dispensaban las exigencias oficiales, además del recurso de enseñanza por correspondencia que ofrecía el local, garantizando ganancias²⁵. Se cita el caso de la Universidad Escolar Internacional²⁶, que ofrecía varios cursos de educación superior por correspondencia, incluyendo el de Medicina. El caso del periódico de Rio de Janeiro "A Noite" se hizo famoso, ya que por 60.000 reis, convirtió a su portero en médico en la mencionada Universidad²⁷.

Para intentar reverter esos problemas, el 18 de marzo de 1915, el entonces ministro de Justicia y Negocios Interiores, Carlos Maximiliano, refrendó el Decreto nº 11.530, y el presidente Wenceslau Brás sancionó la nueva Ley de Enseñanza, que sustituyó a

la reforma anterior, restringiendo mucho sus derechos y facilidades. Los establecimientos de enseñanza volvían a ser fiscalizados por los sectores competentes del gobierno y el currículo debía ser equiparado a las instituciones federales congéneres, en el caso de la enseñanza médica, las Facultades de Rio de Janeiro y de Bahia²⁴. Fueron esas transformaciones en la legislación de la enseñanza el dispositivo legal que permitió la apertura de una Facultad de Medicina en Pará.

También debe entenderse que la idea de Magno e Silva podría haberse perdido en el libro de actas, aún con las facilidades legales. Otra razón para que Facultad saliera del papel fue el apoyo de la clase médica, al menos una parte de ella. Oliveira²⁷, en un informe sobre el servicio de inspección para el ejercicio de la Medicina, registró, en el período, la presencia de 98 médicos en Pará, 62 de los cuales fueron capacitados en la Facultad de Medicina de Río de Janeiro, 30 en la Facultad de Medicina de Bahía y seis en escuelas extranjeras. Los datos, aunque tengan carácter oficial, están incompletos, ya que el autor afirma que la mayoría de los médicos militares se negaron a registrar el diploma.

Además del número suficiente de profesionales para tal empresa, Rodrigues²⁸ demuestra que, en los años de 1910, los médicos paraenses finalmente lograron organizarse en una corporación unida. Las disputas partidarias que tuvieron lugar en los primeros años republicanos, entre otros factores que obstaculizaron la unión del grupo, se dejaron de lado, permitiendo la creación de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Pará en 1914. Dicha asociación buscaba una identidad de clase que emancipara a los profesionales de la Medicina de todos las fallas que podrían obstaculizar que la referida categoría asumiera la posición destacada que juzgaba merecer²⁸. Es importante resaltar que la pauta de crear una escuela médica en la región no era un tema desconocido de esa asociación, ya que, pocos días después de la instalación de la Sociedad Médico-Quirúrgica, el 15 de agosto de 1914, la prensa se refirió, entre los proyectos de la nueva sociedad, la creación de una Facultad de Medicina en Pará. La nota²⁹, sin firmar, destacaba las ventajas de la institución y sentenciaba:

La idea de la creación de una Facultad de Medicina en Pará, alimentada y encaminada por la Sociedad Médico-Quirúrgica será puesta en ejecución año más, año menos, para alegría de la tierra paraense.

En años posteriores, entre 1914 y 1919, la Sociedad Médico-Quirúrgica de Pará, al menos a través de su revista, guardó silencio sobre el tema. Sin embargo, en 1919, algunos de sus componentes abrazarían la causa de Magno e Silva. Entre estos médicos, los que firmaron las actas del 3 de abril de 1919, cuando asumió el primer cuerpo docente asumió el cargo en la Facultad de Medicina, fueron los siguientes: Mário Midosi Chermont (Física Médica), Camilo Salgado dos Santos (Medicina Clínica), Francisco Caribé da Rocha (Historia natural), Hermógenes Pinheiro (Anatomía descriptiva), Manoel Augusto Fernandes Penna (Histología), Dionísio Ausier Bentes (Fisiología), Antônio Acatauassú Nunes Filho (Microbiología), Raymundo de Mattos Cascaes (Terapia clínica experimental y Arte de Formulación), Barón de Anajás Antonino Emiliano de Souza Castro (Patología general), Jayme Aben-Athar (Anatomía patológica y fisiología), Raymundo da Cruz Moreira (Anatomía médico-quirúrgica), Carlos Arnóbio Franco (Higiene), Francisco de Souza Pondé (Medicina Legal), Acylino de Leão Rodrigues (Clínica Médica, primera cátedra), Arthur Pinto de França (Clínica Médica, segunda cátedra), Antonino Emiliano de Souza Castro (hijo) (Clínica Médica, tercera cátedra), Oswaldo Barbosa (Medicina clínica, cuarta cátedra), Camilo Salgado (Cirugía clínica, primera cátedra), João Batista Penna de Carvalho (Cirugía clínica, segunda cátedra), Lauro Antunes de Magalhães (Cirugía clínica, tercera cátedra) , Antônio Joaquim da Silva Rosado (Clínica Ginecológica), Pedro Miranda (Clínica de Oftalmología), Chaves de Freitas (Clínica de Otorrinolaringología), Cyriaco Gurjão (Clínica Pediátrica e Higiene Infantil), Otto Santos (Clínica Pediátrica de Cirugía y Ortopedia), Isidoro Azevedo Ribe Clínica dermatológica y sifiligráfica), Evaristo Silva (Clínica neurológica), Antônio Porto de Oliveira (Clínica psiquiátrica), Agostinho de Menezes Monteiro (Clínica obstétrica) y Jayme da Silva Rosado (Radiología clínica) ³⁰. A pesar de que el número de profesores cambió en los siguientes meses, estos eran los docentes^§§ con los que contaba la Facultad de Medicina para comenzar a operar, desde su instalación programada para el 1 de mayo de ese año, por lo tanto, en menos de un mes.

A partir de ese momento, Magno e Silva desapareció de los documentos oficiales como miembro fundador de la escuela médica. Posiblemente, los elementos que animaron a esa parte de los médicos en la empresa serían el Barão de Anajás, su primer director, y Camilo Salgado, vicepresidente, ambos mencionados en las noticias de la instalación de la Facultad, el 1 de mayo de 1919, como estando adelante de "[...] algunos clínicos de Pará [...]" responsables de la iniciativa de crear la escuela³², aunque la Folha do Norte, informando el mismo hecho, menciona su conexión con la Odontología³³:

La Asociación Científica de Pará, que ha mantenido la Escuela Libre de Odontología durante dos años, estando a punto de equipararse, logró ver realizada la idea de fundar una Facultad de Medicina, que tuvo franca acogida por todos los interesados en el engrandecimiento de la nuestra tierra, especialmente la clase de medicina, que la apoyó con simpatía [...]

En ambos casos, las noticias omiten cualquier participación de Magno e Silva en el evento. De hecho, vale la pena señalar que él estuvo en la ceremonia

oficial de instalación de Facultad el 1º de mayo: ¡como estudiante! Irónicamente, el primer nombre mencionado en la lista³². ¿Se olvidaron de que él era el director de la Facultad de Odontología? ¿Qué había pensado la escuela de medicina? ¿Y que, apostando por eso, seguiría su curso allí? Ante tanta evidencia, intentaremos sacarlo del olvido o al menos buscar algunos hechos que puedan haber contribuido a tal comportamiento.

¿UN OLVIDO INTENCIONAL?

La Facultad de Medicina e Cirugía de Pará se creó en 1919, y pronto el grupo inicial de sus creadores dejó de mencionarse en las narraciones oficiales, quedando reducido al término vago "[...] algunos miembros de la Asociación Científica de Pará [...]"³. Entre ellos, Antônio Magno e Silva, el que aparece en el acta creadora como el autor de la idea. Era de esperarse que la historia hiciera justicia a su acto, pero no fue así como sucedió: la historia oficial, entre recordar y olvidar, optó por el segundo.

Antônio Magno e Silva era odontólogo, se graduó en 1905, en Río de Janeiro³⁴. Después de regresar a Belém, fue uno de los fundadores de la Escuela Libre de Odontología, donde siguió una carrera académica y administrativa, habiendo sido profesor catedrático de Clínica, vicedirector y director desde 1917, dejando la dirección apenas por su muerte, en 1939. Ejerció el mandato de diputado estadual del gobierno Enéas Martins, hasta la revolución de 1930³⁵. En 1924, fue uno de los primeros cuatro médicos graduados de la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará, junto con Bianor Penalber, Hipollito Carelli y Honorato Filgueiras¹ (Figura 2).

Fuente: Luego de una clase... A Semana. 1923 abr;6(261).

Figura 2 - Noticia, con foto, de Magno e Silva (al centro, de oscuro) con otros colegas académicos de Medicina 

Por ocasión de su titulación, dejó registrado, en su tesina³⁶, el siguiente mensaje a los hijos:

Cuando, a los 34 años de edad y hace 6 años, ingresé en la Facultad de donde salgo hoy, para cultivar mi espíritu en el conocimiento de las ciencias médicas, no lo hice por la satisfacción de ser doctor, en una época de la existencia en que las ilusiones no seducen más, sino para darles a ustedes este ejemplo de perseverancia, que traduce una dedicación suprema, una orientación segura, en la escarpada de la vida [...]

Refiriéndose a la nueva escuela y sus componentes, también agradeció la "[...] dedicación estoica con la que se dedicaron a enseñar [...]" a los maestros Camilo Salgado (Cirugía), Acylino de Leão, Oswaldo Barbosa, Arthur França (Clínica), Agostinho Monteiro (Obstetricia) y Prisco dos Santos, este último en Microbiología, Anatomía Patológica e Higiene³⁶. Sobre el hecho de haber participado de la creación de la Facultad, ni una mención. João Renato Franco, compañero de jornada en los primordios de las dos escuelas, así justifica: "Magno e Silva [era] el maestro erudito, la cultura especializada, la modestia personalizada [...]"³⁷. Y en una entrada biográfica³⁸, publicada en 1970, refuerza la importancia de la participación de Magno e Silva en la creación de las dos escuelas:

[João Renato Franco] Integró la mesa examinadora que funcionó por primera vez en la Escuela de Odontología de Pará, de la cual fue uno de los fundadores. [...] Junto con Antônio Magno e Silva, en la época director de la Escuela de Odontología, fundó y organizó, en su primer año de existencia, la Facultad de Medicina de Pará, contando además con la colaboración de todos los profesores de la Escuela de Odontología y, los cuales, en el segundo año de funcionamiento de la misma, se emanciparon y la entregaron al Dr. Camilo Salgado.

Después de su titulación en Medicina, Magno e Silva continuó a ejercer conjuntamente la Odontología, actuando también como médico, además de seguir su carrera política como diputado.

Curiosamente, la siempre aquí recordada revista Pará-Medico, de setiembre de 1922, publicada apenas tres anos después de la creación de la Facultad de Medicina, omite el nombre de Magno e Silva en la génesis de la escuela médica, mencionando apenas los "[...] algunos miembros [...]" de la entidad mantenedora de la Escuela de Odontología. De eso resulta un tema importante: ¿qué se deseaba mantener como memoria? ¿A que se debió ese olvido a tan poco tiempo de los hechos originales? ¿Qué fue lo que dificultó la construcción de su memoria histórica, considerando la relevancia del hecho de Magno e Silva, aunque que rememorado por ocasión de su fallecimiento, "manteniendo la tradición de intentar recuperar los dichos olvidados de la historia"³⁹? Conforme la Folha do Norte³⁵:

Fue por su iniciativa que se fundó nuestra Facultad de Medicina, idea considerada por muchos, como una locura, aunque para su alma de gran batallador era una realidad insofismable.

Y luego de los primeros embates, la Facultad de Medicina surgió, como una clara vereda, abierta a los horizontes de la enseñanza superior de nuestra tierra. Y en ella, Magno e Silva se hizo médico, luego de brillante tirocinio, para afirmar en la vida clínica sus méritos, sus grandes conocimientos científicos.

Entre los presentes al entierro o que se manifestaron al lado de su tumba, apenas representantes de la Facultad de Odontología. No hay mención de nadie ligado a la Facultad de Medicina. En las condolencias enviadas a la familia, por cartas, tarjetas y telegramas, varias personas son citadas, entre ellas un único profesor de la Facultad de Medicina, el Dr. Porto de Oliveira. Establecimientos comerciales e instituciones de enseñanza, como el Liceo Paraense, merecieron citación. De la Facultad de Medicina, nada se menciona³⁵. En la nota de agradecimiento de la familia, publicada días después, tampoco nada relacionado a la Facultad de Medicina⁴⁰.

La extrañeza se vuelve todavía mayor cuando se percibe que, después de titulado, Magno e Silva permaneció ligado a la Facultad, designado como auxiliar de enseñanza de Clínica Médica⁴¹. Aun así, no escapó de ser rápidamente alejado de las historias de su creación. Por más que eso sea mencionado en las noticias de su muerte, ese hecho pronto desaparece de los relatos oficiales, ofuscado por la figura mítica de Camilo Salgado, fallecido el año anterior, 1938, y centro de varios homenajes incrementados a partir da su muerte. Cuando su papel, circunstancialmente es recordado, la tradición oral preservó una anécdota a respecto de la fundación de la Facultad de Medicina de Pará, según la cual, cuando joven, Magno e Silva habría viajado a Rio de Janeiro para recibirse en Medicina. Sin embargo, por motivos desconocidos, regresó como dentista, para molestia de su padre. Este, deseando ver a su hijo recibido en Medicina a toda costa, pero ya sin recursos para mantenerlo en otro estado, lo obligó a crear una Facultad de Medicina en Pará¹. Aunque divertido, el chiste reduce demasiadamente su protagonismo en un evento tan importante. Tal vez, en el fondo, fuera ese el objetivo, colocar a los integrantes de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Pará como los únicos personajes de esa historia. Divinidades pueden tener sus celos, pero cabe a los historiadores levantar eses velos del olvido, de buscar y exponer los hachos históricos, luchar contra el borrado de los rastros⁴².

Aunque su papel en la creación del Curso de Medicina haya desaparecido, la memoria de Magno e Silva fue con justicia, preservada en la Odontología: en las conmemoraciones del 70º aniversario de creación del Curso en Pará, alusiva además al centenario de la institución de la enseñanza odontológica en Brasil, el Consejo Universitario de la Universidad Federal de Pará instituyó la Medalla Profesor Antônio Magno e Silva, en un justo reconocimiento a uno de los fundadores del Curso⁴³; mientras que la Facultad de Medicina, siempre que recuerda sus orígenes, le reserva solamente el silencio.