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Revista Pan-Amazônica de Saúde
versión impresa ISSN 2176-6215versión On-line ISSN 2176-6223
Rev Pan-Amaz Saude vol.9 no.4 Ananindeua dic. 2018
http://dx.doi.org/10.5123/s2176-62232018000400002
ARTÍCULO HISTÓRICO
Ciencia en el destierro: la saga de Ramón Carrillo en Belém, estado de Pará, Brasil
1Universidade Federal do Pará, Instituto Histórico e Geográfico do Pará, Belém, Pará, Brasil
Ramón Carrillo (1906-1956), importante médico argentino, profesor, científico, sanitarista y Ministro de Salud, durante el gobierno de Perón, en Argentina, trajo una nueva visión de salud pública para América Latina. Con la caída del peronismo, en 1955, se exilio en la ciudad de Belém, estado de Pará, Brasil, en donde vivió cerca de un año hasta su fallecimiento. Este artículo buscó mostrar que actividades desarrolló en la capital paraense, considerando que algunas de sus biografías poco tratan de esa etapa de su vida.
Palabras clave: Historia de la Medicina; Médicos; Biografía
PARTIENDO DE UNA ANTIHISTORIA
Una noticia publicada en los principales medios de comunicación puede tener el papel de desafiar el talento de los investigadores. Cuando los hechos se exponen de manera contradictoria, la pregunta se vuelve aún más intrigante. Cierta vez, un periódico paraense informó que se publicaría un libro sobre la vida del médico argentino Ramón Carrillo, que "[...] residió en Belém, donde participó en la creación de la Facultad de Medicina de Pará [...]"1.
Aunque el pasado es un período inmutable, su conocimiento es un asunto en progreso, que cambia y mejora constantemente2. Conociendo bien los orígenes de la Facultad de Medicina más antigua del Norte y Nordeste (excepto, por supuesto, la de Bahía), podemos decir que, en el momento de su fundación, que ocurrió en 1919, no hay, en las listas de los componentes iniciales, ningún Doctor nacido en Argentina. Lo más extraño fue notar que Ramón Carrillo tenía 13 años en el año en que se fundó la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará. Esta antihistoria extraña con un supuesto preadolescente genial, que venía de otro país y fundó una escuela de medicina en el extremo norte, nos hizo sentir mucha curiosidad por saber quién era realmente ese personaje. No sería la primera ni la última vez que los periódicos en Belém publicarían notas no comprometidas con la historia, ya sea de medicina o no. Pero las noticias contradictorias sirvieron para hacernos conscientes de la existencia de Ramón Carrillo.
RAMÓN CARRILLO: POCAS LÍNEAS PARA UN GRAN HOMBRE
"Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como una unidad biológica, psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana."
Ramón Carrillo3.
El Dr. Carrillo se convirtió en parte de nuestros objetos de estudio, especialmente por su oscura y, para nosotros, misteriosa estadía en Belém. Poco a poco comenzamos a recopilar datos sobre él, sabiendo que "hay [...] en el fondo de toda investigación" documental, un residuo de lo inesperado y, por lo tanto, de riesgo".2.
Hijo primogénito del profesor Ramón Carrillo y de Salomé Gómez, Carrillo nació el 7 de marzo de 1906, en la ciudad argentina de Santiago del Estero, y fue un estudiante sobresaliente en las escuelas locales. A los 17 años, se mudó a la capital, Buenos Aires, donde comenzó su formación médica en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. En el curso de medicina, fue un estudiante laureado, recibió una medalla de oro por su rendimiento académico y el premio a la mejor tesis doctoral cuando se graduó en 19294,5.
Bajo la influencia de profesores locales, eligió la neurocirugía como especialidad, que en ese momento todavía estaba muy asociada con la neuroclínica, habiendo escrito varios trabajos en el área, como estudios sobre ventriculografía. Inquieto y estudiando durante aproximadamente 18 horas al día, Carrillo (Figura 1) también estaba muy interesado en temas relacionados con la filosofía y a la psiquiatría, ganando la admiración del filósofo Keyserling por obras como "La Biología en el sistema filosófico de Keyserling"4,5.
Con una beca conseguida en la Universidad de Buenos Aires, en 1930, viajó para perfeccionar sus conocimientos en Holanda, Francia y Alemania, en donde desarrolló estudios sobre anatomía patológica del sistema nervioso central. En Europa, descubrió la etiología de un tipo de encefalitis, posteriormente denominada "encefalitis de tipo Carrillo", común en mujeres norteamericanas, con cerca de 30.000 casos descritos, al asociarla a la ingestión de una sustancia encontrada en una bebida llamada "Jengibre de Jamaica"4,5.
En 1933, regresó de Europa y se hizo responsable de la organización del Laboratorio de Neuropatología del Instituto de Clínica Quirúrgica, dividiendo su tiempo entre la neurocirugía y el laboratorio6. Algunos años después, en mayo de 1939, fue nombrado jefe del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central4; y, por concurso, nombrado profesor adjunto de Neurocirugía en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, en 19425. En ese momento, ya era conocido como investigador, con una amplia producción académica, formando parte de asociaciones científicas de diferentes países7.
Un gran punto de inflexión en su carrera como médico e investigador ocurrió en 1944, cuando se unió al movimiento peronista, después de conocer a Juan Perón4,5, creando una relación de respeto mutuo6, hasta el punto en que Perón y Evita fueron sus padrinos de boda4, y Perón enfatizó una vez que Carrillo había sido su único maestro6.
Cuando Perón asumió la presidencia de Argentina en 1946, se creó el cargo de Primer Ministro de Salud, especialmente para Ramón Carrillo. Hasta entonces, los problemas de salud eran responsabilidad del Departamento Nacional de Higiene4,5. Actuando con mucha autonomía, Carrillo se transformó: de científico, investigador y profesor, figuras normalmente centradas en problemas específicos, también se convirtió en un sanitarista capaz de estudiar problemas muy amplios y complejos, como construcción, organización y administración hospitalaria, el estudio de las grandes endemias, combate a las epidemias y difusión de conceptos modernos de salud pública5.
En un momento en que la salud pública todavía estaba estrechamente asociada con las acciones filantrópicas llevadas a cabo por entidades que practicaban acciones sociales, Carrillo planificó su programa basándose en tres pautas básicas:
1º - Todo hombre tiene el mismo derecho a la vida y la salud.
2º - No puede haber una política de salud sin una política social.
3º - Los logros tecnológicos de la medicina son inútiles si no pueden llegar a las personas a través de dispositivos apropiados5.
A los ojos de la actualidad, parece muy obvio, pero esta fue una visión muy innovadora para el final de la década de 1940. En comparación, esta forma de pensar sobre la salud solo se establecería legalmente en Brasil después de la Constitución de 1988, y eso más
en términos filosóficos que en una realidad plenamente establecida.
Volviendo a Argentina y la administración de Carrillo, el objetivo aquí no era agotar sus acciones como ministro ni explicar los detalles de su proyecto de salud pública; todo esto produciría un libro completo, alejándonos del foco inicial, que es la figura de Ramón Carrillo en Belém. Basta decir que durante su tiempo en el Ministerio, se crearon 230 establecimientos sanitarios de internación, 50 institutos especializados, 3.000 dispensarios y centros de salud, dos fábricas de alta tecnología sanitaria, además de un aumento de 66.300 camas disponibles en 1946 a 134.000 en 19545.
En términos de indicadores más obvios, que siempre se plantean al analizar la salud pública, Argentina tuvo una disminución en la mortalidad infantil, de 90/1.000 nacimientos en 1940 a 56/1.000 nacimientos en 1954, cuando Carrillo dejó el Ministerio4. No es casualidad que Carrillo sea reconocido hoy, en su país, como "Fundador del Sanitarismo Nacional"5 o "Padre de la Medicina Preventiva"4.
En medio a las diferencias políticas5 y alegando problemas de salud, resultado de la hipertensión arterial maligna que lo afectaba desde 1951, causando dolores de cabeza persistentes e intensos, Carrillo renunció como ministro en 1954. Poco después, ganó una subvención del gobierno para estudiar un antibiótico en los Estados Unidos6 y también buscar tratamiento para su salud deteriorada4.
Viviendo en Nueva York, el ex ministro se sometió a un tratamiento intenso, logrando algunas mejoras transitorias5. En 1955, en medio de un momento problemático en la política argentina, el gobierno de Juan Perón cayó, teniendo que buscar asilo en Paraguay. El nuevo gobierno, autoproclamado "Revolución Libertadora", exigió que se investigara a todos los funcionarios de la "dictadura depuesta". Carrillo tuvo su prisión decretada8 y se confiscaron sus bienes, acusado de enriquecimiento ilícito5.
Sin condiciones de volver a Argentina, donde fue considerado un criminal, e incapaz de quedarse en Nueva York, solo le restó aceptar un trabajo ofrecido por un amigo estadounidense, el senador Joseph McCarthy. A partir de entonces, sería médico en la compañía minera Hanna Mining & Company, que tenía una sucursal brasileña, ubicada a 150km de la ciudad de Belém, en el estado de Pará4.
Fue la última etapa de la vida del ex ministro.
ABRIENDO UN PARÉNTESIS: TRAMPAS DE LA "ILUSIÓN BIOGRÁFICA"
"La vida es una historia contada por un idiota, llena de sonido y furia, sin ningún sentido."
William Shakespeare en Macbeth, Escena V, Acto V.
En el ítem anterior, presentamos una biografía clásica de un héroe nacional típico. De hecho, las fuentes utilizadas fueron libros producidos a raíz de una serie de celebraciones por el centenario del nacimiento del ex ministro, cuando el gobierno argentino, en un momento de revalorización de los ideales peronistas, declaró 2006 como el "Año de homenaje a Ramón Carrillo". Una de estas obras incluso fue escrita por su hermano, Arthuro Carrillo.
Por lo tanto, los estudios biográficos sobre nuestro personaje no pueden escapar a un sesgo político. Ser consciente de esto es uno de los desafíos del investigador. Un personaje puede tener aspectos que se destacan o se pasan por alto, dependiendo de quién escribe y para quién escribe. Los antiperonistas señalan que las biografías de Carrillo son elogiosas y construidas sin una base de reflexión crítica, incluso afirman que él era un simpatizante nazi9, un germanófilo, algo que las biografías oficiales siempre insisten en negar, afirmando que él fue neutral al referirse a estos temas4,5. Su idoneidad científica también se cuestiona a veces, porque, según los autores revisionistas, su tesis para la tenencia en la Facultad de Ciencias Médicas presentaría extractos completos del clásico libro de anatomía de Testut, sin la debida cita. Y la red de hospitales, creada por él, funcionaba en base a ideas eugenésicas, apuntando, por lo tanto, a la purificación de la raza9.
De hecho, Ramón Carrillo tuvo una formación cimentada en escuelas alemanas, y en las décadas de 1930 y 1940, las teorías eugenésicas eran aceptadas en la ciencia médica en todo el mundo, con una amplia penetración en América Latina. Pero la acusación alcanza los límites del humor, cuando recordamos que Carrillo, según algunos biógrafos, era negro6.
Una biografía siempre es algo complejo de analizar si no tenemos en cuenta que los autores pueden suprimir muchas facetas de la personalidad humana por las razones más diversas. Para Bourdieu10, tratar la vida como una historia, es decir, como una secuencia coherente de informes que apuntan en cierta dirección, es aceptar una ilusión retórica, una representación común de una existencia reforzada por tradiciones literarias.
¿Qué decir, entonces, en el caso específico de nuestro personaje, cuyos colores se pintan dependiendo de la orientación política (o sería mejor decir de la pasión política de quien lo describe)? Solo podemos buscar el apoyo de Cueto y Palmer11, investigadores que, libres de tensiones partidarias, definen las acciones de Carrillo como notables, incluso sin el apoyo de parte de la élite médica argentina, que despreciaba el gobierno de Perón.
Finalmente, independientemente de los errores y éxitos, los atributos de cualquier ser humano, tanto peronistas como antiperonistas, reconocen el importante papel de Ramón Carrillo en la salud pública de Argentina. No hay nadie que cuestione, por ejemplo, su programa de erradicación de la malaria y el aumento de la esperanza de vida de 61.7 años a 66.5 años durante su manejo9.
Es esa figura pública, indudablemente prominente, que pasó el último año de su vida en Belém. Son sus relaciones establecidas con la Ciudad y sus desdoblamientos que queremos analizar, teniendo en mente que "[...] la historia consiste en decir lo que sucedió y no en juzgar [...]"12.
EL RECOMIENZO EN BELÉM: MINA SIN "ELDORADO"
"Ahora vivo en la mayor pobreza, mayor de la que nadie puede imaginar [...]"
Carrillo en carta al amigo Ponzio Godoy6.
Ramón Carrillo aterrizó en Belém con su esposa e hijos el 6 de octubre de 1955, una ciudad distante 3.800km de su Santiago del Estero4,13, y vivió en la capital de Pará durante aproximadamente un año. En este punto, encontramos el foco principal de este estudio: mostrar la vida del ex ministro en Belém. Esto se hace necesario porque los trabajos sobre Carrillo investigados, presentan un sesgo mistificador de lo que es la Ciudad, llevando ese exotismo siempre asociado con la Amazonía, impidiendo una visualización más real de lo que fue su paso por la región. Debido a la falta de información, uno se imagina lo que un escritor de otro país diría de una ciudad amazónica a fines de la década de 1950. En el trabajo de Daniel Chiarenza4, el capítulo que se refiere a la llegada del ex ministro a Belém se llama "Vida, pasión y muerte en Belém de Pará" y contiene todo tipo de martirio y pruebas en la vida del "héroe", solamente faltando la resurrección. En este trabajo, Belém se describe como "[...] este pueblito, perdido en la baja del Marajó [...] parecía sacado de una novela de Gabriel García Márquez: un triste pueblito con figuras fantasmales que anuncian el trágico futuro del doctor Carrillo"4. Por lo tanto, intentaremos ubicar al Dr. Ramón Carrillo en un Belém que esté más en línea con la realidad del período.
No se puede decir que su vida en la capital de Pará fue fácil. Carrillo asumió su trabajo el 1º de noviembre13. Consistía en viajar dos veces por semana a la mina de oro Aurizonia6, explotada por Hanna Mining Company y ubicada a dos días de viaje fluvial desde Belém13. El acceso al sitio se daba en el avión de la compañía, un biplano apodado "El mosquito", o en los típicos barcos amazónicos, con ganchos para armar redes. Carrillo, que tenía terror de aviones, prefería viajar en el "popopô"*, lo que significaba un enorme sacrificio para un hombre obeso e hipertenso y, lo más importante, que no estaba acostumbrado al uso de hamacas, habiéndose caído al menos una vez durante el viaje4.
Sobre Hanna Mining Company y su mina, las referencias son escasas. Todas las localizadas están ligadas al Dr. Ramón Carrillo. Parece, en un primer momento, que lo que restó de la memoria institucional de la empresa se debe a la venida del ex ministro. Ni siquiera fue posible determinar la localización precisa del campamento, siendo mencionado como una "[...] la travesía se hacía larga y peligrosa a través del Amazonas."4. Se deduce que ese local se situaba en un territorio que hoy, pertenece al estado de Amapá, el que vivía, en las décadas de 1940 y 1950, los primeros tiempos de la explotación de manganeso, con participación de Hanna Coal & Ore Corporation, subsidiaria de Hanna Mining Company14.
Carrillo describe la mina como un lugar en donde los indios y los mestizos nunca habían visto un médico, y solo disponían de un baño público, que él, jocosamente explicaba que "público" se refería a que el usuario no tenía ninguna privacidad, era apenas una tabla con agujeros6.
UN NEUROCIRUJANO DEBAJO DE LA ESCALERA
Buscando una actividad más, el médico, en una tarde, fue a solicitar trabajo en el Hospital de la Santa Casa de Misericordia (Figura 2). Es su esposa, Susana Pomar, quien narra el diálogo entre Carrillo y un funcionario, que, dependiendo de la obra, a veces es relatado como director del Hospital:
-¿Qué especialidad hace usted?
-Neurologia. Contestó Carrillo, sin aclarar quién era ni qué antecedentes tenía.
-No hay partida para el puesto.
-No me interessa cobrar um sueldo.
-Pero no tenemos lugar.
-Es que no necesito um despacho.
Fuente: Amazonía es Brasil. Conmemoración del primer centenario de la apertura de los puertos de la Amazonía. Belém: Vitória Régia Editora; [196-].
El lugar ofrecido fue un rincón debajo de una escalera. Y cuando preguntado de que más precisaba, el médico argentino respondió: "Una mesa y una silla, el lápiz lo pongo yo."4,6,13.
Aquí empiezan las cuestiones que, naturalmente, solo podrían ser levantadas por quien conoce Belém. Familiarizándose con la arquitectura de la Santa Casa, es difícil concebir a alguien atendiendo debajo de una escalera. Es más probable que el médico haya conseguido un espacio en uno de los sótanos de dicho hospital, que eran utilizados como enfermerías, y tal vez próximo a las escaleras de acceso a los mencionados sectores. Conociendo las descripciones de los famosos "sótanos de la Santa Casa" en esa década, esas debían ser, de cualquier forma, acomodaciones bastante improvisadas en la visión de un hombre que había escrito un voluminoso tratado, llamado Teoría del Hospital, sobre organización, administración y arquitectura hospitalaria3.
Los autores argentinos normalmente dicen que, en Belém, la Neurología, citada como existente por algunos escritores, es definida como muy incipiente, y la Neurocirugía, una utopia, y que la Santa Casa no disponía de servicios especializados4,5,6.
Sin embargo, la realidad no era exactamente esa. En Belém, la enseñanza de la Neurología ya era practicada desde 1919, con la creación de la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará (Figura 3), establecimiento que funcionaba exactamente en frente a la Santa Casa y que, en los años de 1950, contaba con un profesor especializado en Neurología, el Dr. Pedro Nicolau dos Santos Rosado, con conocimientos adquiridos en cursos en los EUA, en la Universidad de Columbia y en Harvard, y que en el año de 1956, defendió su tesis para la cátedra de esa disciplina, cuyo título era "Estudio de los disturbios nerviosos producidos por el uso de la marihuana"15.
Fuente: Las Facultades de Medicina en Brasil y en las Américas el año de la victoria. São Paulo: Laborterápica; 1945.
El Hospital da Santa Casa ya reservaba la enfermería São João para los casos neurológicos, en donde el Prof. Pedro Rosado impartía sus clases prácticas16. Formalmente, aquel espacio era considerado como un "Servicio de Neurología" del cual Rosado fue nombrado jefe en 196217. La Neurocirugía, por su complejidad y falta de soporte posoperatorio, estaba lejos de ser una rutina establecida, pero al inicio de aquella década, Pará ya contaba con un neurocirujano recibido, que vivía en Belém, el Dr. Eloy Simões Bonna, que, en 1951, en la Santa Casa, realizó la primera craneoplastia y reposición de la dura-máter y, entre 1950 y 1954, impartió clases en la Facultad de Medicina, bajo la supervisión del Prof. Rosado18.
CEME JORDY: EL ÚLTIMO DISCÍPULO
"Desde el primer momento iniciamos una relación que fue siempre, mezcla de Maestro y alumno y estrecha amistad [...]"
Ceme Jordy13.
La historia oficial sigue su narrativa, diciendo que "[...] en poco tiempo un joven residente, [...]" sin embargo, la Santa Casa, en ese momento, todavía no tenía un programa de residencia médica en la línea de lo que entendemos hoy, pero siempre ha sido un punto de partida para que los profesionales recién graduados suban sus primeros pasos. Y luego un joven médico comenzó a consultar al ex ministro, que le prestó atención y le hizo preguntas sobre casos más difíciles que se presentaron en el hospital. Así, ese joven comenzó a competir con médicos más experimentados en discusiones clínicas con gran confianza, causando gran asombro. El secreto fue pronto revelado. Su conocimiento provenía del médico argentino que atendía debajo de la escalera4,6.
Los colegas brasileños entonces lo invitaron a reuniones científicas donde Carrillo respondió todas las preguntas, dejando a sus colegas fascinados con su conocimiento. Al mismo tiempo, la respuesta vino de un telegrama enviado a Río de Janeiro, preguntando quién era "¿Dr. Ramón Carrillo de Argentina?". Entonces todo se aclaró y el médico comenzó a enseñar en la Santa Casa, cuando los ataques de dolor de cabeza lo permitían, y trabajó en el Hospital de la Aeronáutica de Belém4,6.
Pero retornemos al joven médico y dejemos que el mismo Carrillo lo presente en carta a su hermana en 20 de marzo de 1956: "Yo estoy haciendo discípulos; ya tengo uno que se llama Ceme Ferreira Jordy, médico, que me ha asistido en mi enfermedad, y que tiene gran interés por mis ideas."6.
Ceme Jordy se había recibido en el último grupo de la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará, en diciembre de 1955. Cuando comenzamos a recopilar más datos concretos sobre Ramón Carrillo y llegamos al nombre de Jordy, descubrimos que ya había muerto, en São Paulo, en 2008. Afortunadamente, el Dr. Ceme Jordy dejó una declaración escrita sobre su relación con el neurocirujano exiliado13:
Fue Adib Nasser, un hombre de negocios de Pará, quien me presentó al Prof. Ramón Carrillo, pocos días después de su llegada a Belém. Un amigo de Adib, también hombre de negocios, conoció a Carrillo en Nueva York y lo trajo con su esposa e hijos [...]
En sus primeras líneas, se pone en jaque la versión del residente que encuentra a un gran médico que atiende debajo de la escalera como alguien que encuentra un tesoro perdido. Independientemente de cómo lo conoció, Ceme afirma que13
[...] Carrillo estaba en el exilio y en la miseria. Para mí fue como un ángel caído del cielo. Me estaba preparando para salir de Belém, quería complementarme en neurología fuera de Brasil. La llegada de Ramón fue una dádiva para mí.
Ceme, que antes de ser médico deseaba ser filósofo, quedó fascinado con la cultura del ex ministro, que se extendía mucho más allá de la Neurocirugía, de manera que establecieron una gran amistad y conversaban, además de Medicina, sobre temas como psicoanálisis, filosofía e historia del arte. Con tantas afinidades iniciaron un dispensario para atención a pacientes con enfermedades neurológicas en la Santa Casa13.
El Prof. Ramón no podía ejercer en clínica sin tener su condición profesional regularizada en Brasil, pero conseguíamos atender en mi consultorio particular, en donde examinábamos juntos a mis pacientes y él podía así recibir los honorarios de las consultas.
Nuestros compromisos eran tres: por las mañanas, íbamos al dispensario de la Santa Casa, tres veces por semana. [...] en casa, a la hora del almuerzo, aprovechábamos nuestros mejores momentos de buena conversación. Siempre nos deteníamos en un bar: "Paremos aquí Ceme, por un tiempo. Tengo que prepararme para mantener la dieta que me espera en casa". Bebía un vaso de Vermouth con una cereza o aceituna y dijo que la fruta extraía alcohol de la bebida, pero después de beber el vaso, se comía la fruta. Por la tarde, generalmente después de las 4 pm, atendíamos a clientes particulares en mi consultorio, y el resto del tiempo hablamos sobre asuntos culturales.
No teniendo su condición profesional regularizada en Brasil, esa fue la manera que Carrillo utilizó para obtener alguna remuneración, trabajando en colaboración con Ceme Jordy. En nuestras investigaciones, encontramos declaraciones de personas que tuvieron parientes atendidos por ambos19:
[...] el Dr. Ramón Carrillo fue conducido por el Dr. Ceme Jordy al cuarto en donde mi suegro estaba internado, luego de sufrir un ACV (Accidente Cerebrovascular), en el Hospital Beneficente Portuguesa de Belém. Fueron días de mucha aflicción y tristeza, nunca más tuvimos contacto con el Dr. Ramón - que durante la visita se mostró atento y discreto. Eso fue en los primeros días de setiembre, en 1956.
Ceme Ferreira Jordy después se cambió a São Paulo, especializándose en Neurología en la Escuela Paulista de Medicina, tornándose un renombrado profesor de la misma Institución, defendiendo su tesis de libre docencia intitulada "Un estudio clínico de la motricidad refleja en 100 pacientes de lepra" en 196720 y publicando diversos otros trabajos en el área a lo largo de su existencia.
GRANDES SILENCIOS
"Tornarse señor de la memoria y del olvido es una de las grandes preocupaciones de las clases, de los grupos, de los individuos que dominaron y dominan las sociedades históricas. Los olvidos y los silencios de la historia son reveladores de esos mecanismos de manipulación de la memoria colectiva."
Le Goff21.
Como ya se dijo, después de ser "descubierto" por colegas de Pará, además de continuar su trabajo en la Santa Casa, Carrillo también fue invitado a colaborar con el Hospital de Aeronáutica de Belém (Figura 4), abordando temas relacionados con la Neurología y la administración hospitalaria4. La memoria colectiva de sus acciones en estos establecimientos hoy es muy escasa. Sobre la Santa Casa, está el testimonio ya citado por Ceme Jordy. En el Hospital de Aeronáutica es recordado oficialmente como "[...] un gran colaborador, orador y conferenciante" con un vasto conocimiento de una especialidad que era rara en ese momento22. Mientras investigábamos este hospital, también recopilamos una breve declaración de un cabo retirado que dijo que recordaba la figura del Dr. Carrillo como un hombre grande, simpático, extranjero, con un habla enrollada, siempre dispuesto a ayudar a cualquiera que lo solicitara.
La pregunta se vuelve interesante cuando notamos que el Hospital de Aeronáutica, en ese momento, estaba ubicado en una región fuera de los límites urbanos de Belém. Es en una institución militar, lejos del centro de la ciudad, que el ex ministro, un prófugo político, consigue mayor espacio Sin embargo, había una Facultad de Medicina frente a la Santa Casa, y todo lo que encontramos es un silencio enorme cuando buscamos la relación entre Ramón Carrillo y la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará. Es absurdo que se haya acercado más a un hospital distante, que tenía todas las razones para no darle refugio, que a una institución de enseñanza médica.
De las cartas que Carrillo envió desde el exilio a su familia y amigos, solo se ha publicado una pequeña parte, aunque parcialmente. En una de ellos, el médico transmitió su visión de la Facultad de Medicina como una institución muy pequeña que no llegó a 200 estudiantes en total6.
Una de las razones por las cuales la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará no aprovechó la riqueza de los conocimientos de Ramón Carrillo se debió ciertamente a su condición de extranjero, lo que le impidió ejercer legalmente la profesión. Debería tener su diploma revalidado para eso. Esto implicaría muchos problemas burocráticos, exigiendo tiempo que, quizás, Carrillo no estaba dispuesto a perder. O ya no podía perder, considerando el agravamiento de su estado de salud.
Otra hipótesis a considerar puede haber sido la "molestia" que, tal vez, causó la presencia de un neurocirujano, con un vasto conocimiento científico y cultural, sacudiendo las verdades absolutas de muchos profesores de la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará. No olvidando tampoco el tema político: si él era una persona non grata para el gobierno argentino, ¿por qué desagradar a los hermanos?
Por otro lado, tanto Jordy13 como el propio Carrillo, en cartas6, mencionan que este último dio conferencias en la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará e incluso estaba estudiando para competir por la cátedra de Patología General, con el apoyo de estudiantes y de algunos profesores. Es posible que la Facultad no haya registrado estas conferencias o incluso haya asumido a Carrillo como profesor invitado, como se mencionó anteriormente, debido a su condición de exiliado político, considerado un criminal en su país de origen en ese momento.
En la contramano, otras instituciones en Pará no mostraron pudores, y Carrillo fue invitado a dirigir una cátedra de Filosofía en la Universidad de Porto Alegre, en el estado de Rio Grande do Sul, un hecho que no se habría logrado solo por falta de dinero para el viaje6.
Independientemente de las razones que aún se pueden descubrir, el tema sigue siendo que Ramón Carrillo no se conectó con la Facultad de Medicina local de la forma en que se esperaría de un nombre de su proyección.
Lo mismo puede cuestionarse en relación a las autoridades de salud en Pará. Dado que Carrillo tenía un vasto currículo, abarcando tanto lo más avanzado, como la Neurocirugía, como el siempre más que necesario sanitarismo, ¿por qué no fue aprovechado como una especie consultor? ¿Impedimentos legales? ¿Celos profesionales?
OTRAS ACTIVIDADES MÉDICAS Y VIDA SOCIAL EN BELÉM
"[...] se llega a la conclusión de que aún en el culo del mundo- y quizás especialmente allí- hay gente buena, dispuesta a la solidaridad humana, sin interés de ninguna classe."
Ramón Carrillo sobre Belém, en carta a su madre6.
¿Cómo vivió Ramón Carrillo en Belém? ¿Cuál era su rutina de trabajo, además de la Santa Casa y del Hospital de Aeronáutica? ¿Y de vida?
De los textos producidos por la prensa de Belém, por ocasión de su muerte, podemos extraer algunas informaciones. Su dirección fue mencionada como siendo en la Travessa Benjamin Constant, sin mayores detalles23,† (Figura 5).
Carrillo se describe como alguien "[...] aislado en la modestia natural [...]", "[...] confundiéndose, en su nuevo y adverso cotidiano, con los más humildes luchadores de la vida, pasando y repasando, anónimamente, por nuestras calles [...]", y prosigue el texto24:
Quien lo viera apretujado en un ómnibus de suburbio, jamás podría imaginar que allí estaba un ex ministro de Estado y, más que un ministro, una lumbrera de la medicina especializada. Su fisionomía y su resignación encubrían la amargura que, seguramente, lo minaba por dentro.
Un registro de la actividad científica de Ramón Carrillo en Belém: en octubre de 1956, cinco casos sospechosos de poliomielitis fueron notificados a la Secretaría de Salud. Las autoridades sanitarias promovieron una reunión para debatir el tema y adoptar las medidas de combate necesarias. Entre los presentes, Eleyson Cardoso, delegado federal de Salud; Ottis Causey, por la Fundación Rockfeller, de pasaje
por Belém; Joaquim Travassos, virólogo del Instituto Oswaldo Cruz; Laurênio Soares e Simões, del Servicio Especial de Salud Pública; Henry Kayath, secretario de salud; y Ramón Carrillo, citado como "[...] ex ministro de Salud Pública de Argentina, presentemente residiendo en Belém [...]"25.
Sobre la participación de Ramón Carrillo en la reunión, transcribimos25:
CONTRIBUCIÓN LOABLE El Dr. Ramón Carrillo hizo una gran contribución personal a la reunión, ofreciendo una serie de ideas para combatir la poliomielitis, desde la fase de investigación hasta la última etapa de una campaña para exterminar la enfermedad. Dr. Carrillo, conocido en nuestros círculos médicos, especialista en neurología, es, sin embargo, un profundo experto en ese problema de salud pública, ya que en el gobierno de Perón dirigió el Ministerio de Salud Pública en la nación platina. Como es bien sabido, Argentina es, quizás, el país sudamericano más sacrificado por la parálisis infantil, con auténticas epidemias periódicas que causan una enorme cantidad de víctimas. Hace solo unos meses, la polio llevó a los gobiernos de las repúblicas vecinas a cerrar sus fronteras con Argentina. Por eso, el Dr. Carrillo contribuyó con una serie de sugerencias para el mejor esquema de una campaña base que servirá para ser adoptada en cualquier momento, en nuestra capital, con cuyos problemas de salud el médico argentino ya se ha familiarizado. Exponiendo sus opiniones, el Dr. Carrillo fue escuchado durante mucho tiempo por los presentes, después de lo cual fue saludado por el gobernador, quien agradeció el esfuerzo y el espíritu de comprensión y colaboración del sanitarista porteño.
Carrillo escribe a su familia y relata este hecho, afirmando haber diagnosticado los cinco casos, contrariando los diagnósticos de los médicos locales que afirmaban que la polio no existía en la región6. En las semanas siguientes, para alivio general, apenas un caso de polio fue confirmado en fase de contagio ya superada26.
De noticia del diario Provincia de Pará, se concluye dos cosas: Carrillo "existía" para las autoridades de salud de Belém y era también conocido por la prensa, mereciendo incluso nota social por su cumpleaños en marzo de 195627:
Prof. RAMÓN CARRILLO
Transcurre hoy el cumpleaños del ilustre profesor doctor Ramón Carrillo, autor de un gran número de trabajos sobre cirugía nerviosa y neurosiquiátrica.
El profesor es uno de los más destacados nombres de los medios científicos de la República Argentina habiendo, incluso, ocupado el Ministerio de Salud Pública en el Gobierno Perón. Además, es profesor catedrático de la Universidad de Buenos Aires y miembro de varias Academias internacionales de Medicina.
De hecho, Carrillo tuvo una vida social local, buscando, de alguna manera, integrarse a la ciudad, refiriéndose, en cartas, a idas a bailes de carnaval (donde se entusiasmó tanto como para prometer tratar de componer una marchinha), visitar un terrero de umbanda y haber asistido al Círio de Nazaré, donde los peregrinos "[...] vienen de todas partes del mundo celebrando a la virgen con fervor, alegría y fiesta y hoy, muchos borrachos"6.
En cuanto a las amistades médicas, además del pupilo Ceme Jordy, hay menciones de que haya tenido amistad con el médico Silvio Bentes‡, "reconocido clínico conterráneo", y haber muerto "rodeado del cuidado de amigos y colegas de Pará"24. Contradictoriamente, a veces Carrillo se quejaba del aislamiento y abandono en Belém, sin poder ejercer oficialmente su profesión, y otras, enfatizaba la bondad, la cordialidad y la hospitalidad del paraense6.
Su vida como exiliado fue así, llena de altibajos. Belém le reservó al médico al menos dos grandes frustraciones. La mayor de ellas ocurrió en el Hospital Juliano Moreira, por ese entonces el hospicio de la ciudad, donde, con el apoyo del director de la institución, el Dr. Durvalino Braga, realizó una lobotomía frontal bilateral en un paciente. Dada la baja infraestructura del lugar y la inexperiencia de los anestesiólogos en neurocirugía, el paciente murió de una infección hospitalaria en el posoperatorio inmediato. Ceme Jordy, su fiel escudero, recuerda13:
Este hecho causó molestias en el entorno médico, especialmente entre los cirujanos en Belém, que ahora tenían lo que antes no, para decir "él también tiene sus errores", "él también tiene sus fallas". Esto fue injusto, no hubo errores técnicos, sino condiciones hospitalarias insuficientes para dicho procedimiento. [...] Pero el mismo Ramón fue quien sufrió. Estaba muy conmocionado, repetidamente me hablaba sobre las causas del fracaso, cuya responsabilidad no era suya.
Otra frustración fue no conseguir realizar un curso de Filosofía que él planeó, para ser impartido en la Facultad de Derecho con el título "Teoría general del hombre", que más tarde daría lugar a un voluminoso libro, que Carrillo consideró su trabajo más importante, definitivo y consagratorio. El médico pasó los meses de mayo, junio y julio enfocado con gran entusiasmo a este trabajo, escribiendo cuatro páginas al día6.
El curso sería organizado por la Unión Académica de Pará (UAP) y terminó sin realizarse. En el informe de la Institución29, podemos leer que:
[...] nuestra Junta Directiva contactó al Dr. Ramón Carrillo, para dar una serie [...] de conferencias dirigidas a estudiantes universitarios en Pará. Sin embargo, por motivos de fuerza mayor, no fue posible al Dr. Ramón Carrillo, llevar a cabo el acuerdo, sin embargo, el programa de trabajo que debe llevarse a cabo entre nosotros fue preparado y entregado a la UAP, para ser utilizado a su debido tiempo. Tal programa, interesante e ilustrativo, podrá ser aprovechado por nuestros sucesores que, haciéndolo efectivo, habrán contribuido, en mucho, al desarrollo cultural de los estudiantes universitarios paraenses.
Las supuestas razones de fuerza mayor siguen siendo desconocidas, pero es posible especular que
estaban relacionadas con la salud de Carrillo, que se deterioraba, haciendo que conviviera con crisis de cefalea cada vez más frecuentes, como resultado de su hipertensión maligna. El programa del curso fue incluso impreso por el Gobierno del Estado de Pará, lo que demuestra el prestigio local que el sanitarista, en pocos meses, había logrado§, ofreciendo una leve idea de lo que sería el trabajo escrito.
LA MUERTE Y SUS DESDOBLAMIENTOS
"Duerma aquí el expatriado su último sueño."30.
Con mala salud y empeoramiento progresivo, aliado a las condiciones adversas de supervivencia, poco más de un año después de su llegada a la capital de Pará, Carrillo sufrió un derrame cerebral, ingresado en el Hospital de Aeronáutica de Belém, donde murió a las 7:30 a.m. el 20 de diciembre de 195631. Desde el período de casi 30 días de hospitalización, solo sobrevivieron dos anotaciones lacónicas en los boletines internos del hospital: el "ingreso hospitalario", el 29 de noviembre de 1956, y su "alta debido a muerte" el 20 de diciembre de 1956, siempre bajo la responsabilidad del Doctor Mayor José Alfredo Guilherme da Silva32,33.
Respecto al período de hospitalización, Alzugaray5 menciona que se estableció un contacto de radioaficionados entre neurólogos argentinos y los médicos que atendieron a Carrillo en Belém. Estas comunicaciones tuvieron lugar aproximadamente dos veces al día y de manera clandestina, ya que, para Argentina en 1956 querer salvar la vida de Ramón Carrillo era un crimen. Habiendo necesidad de medicamentos no disponibles en Pará y como la familia no puede pagarlos, fueron comprados en Río de Janeiro por amigos de Ramón, el periodista Emilio Perina y el Dr. Barros Hurtado, y enviados en aviones de la Fuerza Aérea Brasileña. Dicha asistencia incluso provocó protestas del embajador de Argentina en Brasil, Felipe Espil, argumentando que el gobierno brasileño estaba promoviendo atención especial, por vía oficial, a un prófugo de la justicia6.
Después de su muerte, Carrillo fue embalsamado para ser transportado a Argentina. El servicio fue realizado por el profesor de anatomía de la Facultad de Medicina y Cirugía de Pará, Dr. Ruy Romano da Silva Romariz, quien utilizó, por primera vez en la región, el llamado "Método Español", que unos años más tarde se repetiría en la preparación del cadáver del gobernador Magalhães Barata34. En el centro del anfiteatro de la Santa Casa, el cadáver fue preparado frente a una gran cantidad de estudiantes que observaron todo en respetuoso silencio5.
Sin embargo, su último viaje a Argentina no sucedió de inmediato. Según los periódicos, la embajada argentina en Brasil envió un telegrama a la "[...] familia paraense, con quien residía el ilustre médico, en Belém [...]", informando que el gobierno argentino no permitió el entierro de Ramón Carrillo en su tierra natal, porque es peronista y había ocupado cargos destacados en la administración de Perón35. En otro periódico, la información dice que después de consultar a su familia en Argentina, "[...] esta decide determinar el entierro en Belém […]"36. La misma nota indica que circularon noticias en Belém de que el gobierno argentino había negado el permiso para ser enterrado en suelo argentino, pero, según el informe, no había nada oficial sobre tal decisión.
Cabe señalar que la Universidad de Rio Grande do Sul consideró transferir los restos mortales de Carrillo a Porto Alegre, "[...] hasta que su tierra natal quiera, finalmente, recibirlos [...]", él, que tenía el título de doctor Honoris Causa de la universidad el estado de Rio Grande do Sul y que había sido invitado a "[...] enseñar e investigar [...]", lo cual no pudo hacer, porque fue sorprendido por la muerte37.
Independientemente de los problemas políticos y los complicados y costosos procedimientos burocráticos para la transferencia del cadáver, la familia de Carrillo no vio ningún problema en dejarlo en Belém. Santiago, su hermano, entendió que la ciudad le dio asilo y lo recibió amigablemente, diciendo que mucha gente lo admiraba y respetaba sinceramente, ya que podían esperar poco o nada de un exiliado. El propio Carrillo se sintió bien en Belém, ya que rechazó invitaciones para ir a otros lugares, como Panamá y Uruguay6.
Solo en 1972, a pedido del Consulado argentino en el estado de Pernambuco, el cuerpo de Carrillo fue exhumado y transportado a Argentina, siendo colocado antes en una cámara ardiente en la Fuerza Aérea (¿en el hospital?). Según las noticias, el cuerpo aún estaba en perfecto estado, verificado por el autor del procedimiento inicial, el Prof. Dr. Ruy Romariz38.
CONCLUSIÓN
"Ramón Carrillo, eminente médico, ex ministro de Salud Pública de nuestro gobierno, acaba de morir en la última miseria en Belém de Pará, en donde trabajaba duramente para mantener a su esposa e hijos"
Juan Perón39.
A través de este estudio, buscamos mostrar algunos aspectos de la vida de Ramón Carrillo en la ciudad de Belém. Contrariamente al sentido común, el historiador nunca rescata el pasado. La mayoría de los eventos se pierden en el tiempo; a lo sumo, la búsqueda obtiene información fragmentada que se agrupará en un intento de proporcionar un panorama del pasado. Una ventana nublada o una foto incompleta serían buenas metáforas.
En el caso de este personaje, por mucho que uno no quiera caer en la trampa de una biografía literaria, llena de audaces hazañas, los aspectos de su meteórica vida hacen que esto sea casi inevitable. De héroe nacional a villano ilegal. De médico a los 24 años, profesor a los 36, ministro de salud a los 37 y exiliado político a los 49. Hombre cosmopolita que visitó los grandes centros científicos del mundo y terminó sus días en una capital provincial ubicada en la Amazonía brasileña (Figura 6). Si este romanticismo termina siendo inevitable, en un intento por restaurar la existencia de Carrillo, es mejor terminar con la visión de su último alumno, Ceme Jordy13:
Pobre Ramón, un gigante empobrecido, que vivió la desventura de cambiar la gran pasión de su vida, la Ciencia y la Enseñanza, por el afán de entregarse a la Patria. A ella se entregó, tal vez por caminos forzados, con los que no estaba de acuerdo, y fue, por ella, en fin, abandonado. Muchas veces pienso, que Ramón vivió la infortunada historia de un antihéroe.
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. Mário Crocco, de la Fundación Ramón Carrillo en Argentina, con quien intercambiamos correspondencia electrónica entre julio y agosto de 2015, por habernos suministrado orientaciones de gran valía e incentivo para la elaboración de este trabajo.
Al Capitán Médico de la Fuerza Aérea Brasileña Eduardo Fernandes do Carmo, que entusiasmado con esta investigación nos franqueó el acceso al Hospital de Aeronáutica y a los Boletines Internos de la Institución en setiembre de 2015.
Al Grupo Alubar, en la figura del señor Tiago Chaves, analista de comunicación de la empresa, que nos regaló con un ejemplar del libro "Dr. Ramón Carrillo: de Santiago del Estero a Belém de Pará", obra ya fuera de catálogo, a la cual no teníamos acceso y que representaba una fuente esencial para la realización de este artículo.
REFERENCIAS
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13 Borio PM, coordenador. Dr. Ramón Carrillo: de Santiago del Estero a Belém do Pará. Buenos Aires: El autor; 2006. 109 p. [ Links ]
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23 Faleceu o ministro de Saúde de Perón. Provincia do Para. Belém, 1956 dez 21:10. [ Links ]
24 Melo A. A morte de um exilado. Folha do Norte. Belém, 1956 dez 22:2. [ Links ]
25 Cinco casos de poliomielite notificados à Saúde. Provincia do Para. Belém, 1956 out 9:4, 9. [ Links ]
26 Poliomielite confirmado apenas um dos seis casos comunicados. Provincia do Para. Belém, 1956 out 14:22. [ Links ]
27 Professor Ramón Carrillo. Provincia do Para. Belém, 1956 mar 7:5. [ Links ]
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30 Durma aqui o expatriado o seu último sono. Folha Vespertina. Belém, 1956 dez 22:1. [ Links ]
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34 Rocque C. Magalhães Barata: o homem, a lenda, o político. Vol. 2. Belém: Secult; 2006. [ Links ]
35 Embalsamado o corpo do dr. Ramón Carrillo. Folha do Norte. Belém, 1956 dez 22:10. [ Links ]
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37 Paglioli E. Ramon Carrillo, um cadáver exilado. Diario de Noticias. Porto Alegre, 1957 jan 1:4. [ Links ]
38 Exumado o corpo do ex-ministro. Folha do Norte. Belém, 1972 dez 2:1, 4. [ Links ]
39 Perón J. "O pão duro e amargo do exílio". Mundo Ilustrado. Rio de Janeiro, 1957 abr 3;14:47. [ Links ]
*Nombre dado a las típicas embarcaciones del norte de Brasil, en alusión onomatopéyica al ruido que hacen (N.A.).
†Por ocasión de su centenario, la empresa Alubar puso una placa en la casa que habría sido su domicilio, cuya numeración actual es 1416, con los dichos: "En esta casa vivió y murió Ramón Carrillo, médico, neurólogo y ministro de salud en el gobierno de Perón, que vivió en Belém de 1955 a 1956". La placa posteriormente desapareció del local.
‡Recordado como un médico de raciocinio clínico muy preciso, aunque con genio fuerte, muchas veces no comprendido por los colegas, aunque estimado y respetado por los pacientes. Siempre con estudiantes alrededor, enseñaba espontáneamente en las enfermerías de la Santa Casa con mucha desenvoltura, aún sin haber entrado a la carrera de profesor. Falleció en 199228.
§Se puede acceder al programa en el sitio http://electroneubio.secyt.gov.ar/Ramon_Carrillo_Teoria_Geral_do_Homem.htm.
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Recibido: 10 de Agosto de 2018; Aprobado: 27 de Septiembre de 2018