INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cáncer ya no necesita ser una sentencia de muerte, ya que existe la capacidad de reducir la carga de la enfermedad y mejorar la supervivencia y la calidad de vida (CV) de las personas con cáncer¹.

El cáncer es una enfermedad crónico-degenerativa caracterizada por el crecimiento anormal y desordenado de células en el cuerpo; etiología multifactorial y desencadenada por alteraciones genéticas, estilo de vida y factores ambientales¹. Para Camarano y Kanso², edad superior a 60 años se considera un factor de riesgo de cáncer; los ancianos tienen 11 veces más probabilidades de desarrollar neoplasias que los adultos jóvenes. Se estimó que aproximadamente, hubo 600.000 nuevos casos de cáncer en Brasil en 2018 y también en 2019³.

La CV se define como un conjunto complejo de relaciones entre los dominios de la vida, que abarcan la salud física y psicológica, el nivel de independencia, las relaciones sociales, las creencias personales y la relación del individuo con el entorno⁴. En los pacientes con cáncer, se observan cambios significativos en su CV, debido a factores que van desde cambios físicos a emocionales, interfiriendo directamente en la conducta del paciente al someterse a procedimientos quirúrgicos⁵.

Lemos et al.⁶ demostraron que el paciente en el preoperatorio presenta un aumento de catecolaminas en el torrente sanguíneo, lo que resulta en ansiedad, cambios en la presión arterial y frecuencia cardíaca. Así, la evaluación de la ansiedad, basada en las quejas del paciente, puede interferir con su CV. Para Polanski et al.⁷ síntomas de ansiedad y depresión están relacionados con una peor CV en pacientes con cáncer. La ansiedad está relacionada con las limitaciones experimentadas en esta fase del ciclo de vida y que a menudo se interpretan como amenazantes. La depresión tiene un impacto negativo en la salud de los ancianos, ya que tiene orígenes multicausales asociados a diferentes factores que interactúan e inducen la patología juntos, disminuyendo progresivamente la CV de la misma⁸.

En Brasil, los estudios sobre la CV de los ancianos en diferentes escenarios son escasos^8,9,10, por lo que hay una necesidad urgente de atención de los profesionales de la salud con respecto a la influencia del envejecimiento en la CV de los individuos.

En este contexto, en una persona mayor afectada por esta patología, la atención y el cuidado se dirigen a sus necesidades y limitaciones. Por lo tanto, es esencial adoptar prácticas de cuidado que se basen en el bienestar biopsicosocial y espiritual del individuo, con el fin de proporcionar una mejor CV^1,4.

Así, este estudio tuvo como objetivo evaluar los datos de CV, ansiedad y depresión en ancianos con cáncer en el período preoperatorio en un hospital de referencia en oncología en la ciudad de Belém, Estado de Pará, Brasil.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se trata de un estudio transversal cuantitativo y descriptivo, realizado con ancianos en preoperatorio quirúrgico hospitalizados en las clínicas quirúrgicas del Hospital Ophir Loyola (HOL) de Belém. El HOL cuenta con 53 camas de clínicas oncológicas, 48 camas de cirugía oncológica y servicios de atención oncológica pediátrica, quimioterapia, radioterapia y hematología.

En el presente estudio, se incluyeron individuos de 60 años o más, de ambos sexos, diagnosticados con cáncer, internados en una de las clínicas quirúrgicas del hospital y que se encontraban en el período de preoperatorio. Se excluyeron los ancianos con diagnóstico no concluyente de cáncer, con deterioro cognitivo o con algún trastorno mental que dificultaba el suministro de información. El número total de participantes del estudio fue de 82 personas.

RESULTADOS

De los 82 pacientes incluidos en el estudio, 44 (53,7%) eran de sexo masculino y, de acuerdo con la distribución por edad, la mayoría (40; 48,8%) estaba en el grupo etario de 61 a 70 años. Los procedentes de la capital (municipio de Belém) fue la mayoría (42; 51,2%); enseñanza primaria incompleta (72; 87,8%) el nivel de escolaridad predominante; 49 (59,8%) era casado; 61 (74,4%) se declararon católicos; 60 (73,2%) era de pardos; y 49 (59,8%) eran jubilados. La renta familiar de un sueldo mínimo fue la declarada por la mayoría de los entrevistados (61; 74,4%). Con relación al tipo de cáncer, el de estómago fue el más frecuente (14; 17,1%), seguido por el de piel (11; 13,4%) (Tabla 1).

Los resultados de la evaluación de la CV se muestran en la (Tabla 2), en la que se presentaron las puntuaciones de los ocho dominios del cuestionario SF-36 (capacidad funcional, aspectos físicos, dolor, estado general de salud, vitalidad, aspectos sociales, aspectos emocionales y salud mental).

Los puntajes más altos se obtuvieron en los siguientes dominios: aspectos sociales, con un promedio de 82,62 y DE = 18,92; salud mental, con un promedio de 75,61 y DE = 17,07); dolor, con una media de 69,60 y DE = 21,89; aspectos emocionales, con un promedio de 69,51 y DE = 42,30. El alfa de Cronbach (α = 0,88) mostró la confiabilidad de la Escala de CV SF-36, por lo que el cuestionario fue preciso y consistente.

Cuando analizados los puntajes del IBA, se verificó que solamente 20,7% (17/82) presentaba ansiedad severa y la mayoría, 79,3% (65/82), ansiedad moderada. En contraste, el IBD mostró que la mayoría, 82,9% (68/82), no era portadora de depresión (Tabla 3). El alfa de Cronbach mostró que tanto el IBA (α = 0,91) como el IBD (α = 0,91) fueron precisos y consistentes.

Para los participantes que fueron diagnosticados con ansiedad y depresión, se puso a disposición apoyo psicosocial por el equipo de profesionales especializados del HOL.

DISCUSIÓN

Este estudio evaluó datos de ancianos en el período preoperatorio de cáncer, hospitalizados en el HOL; pero, como se trata de una muestra no probabilística, los resultados deben analizarse con precaución.

Según el Instituto Nacional del Cáncer (INCA)³, en los países desarrollados, la aparición de cáncer tiende a afectar de manera similar ambos sexos. De los resultados obtenidos en este estudio, predominó el sexo masculino. El cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer que más ocurre en los hombres, seguido de los tumores cutáneos no melanoma, cuya incidencia en 2018 fue de 70,42/100.000 hombres en Brasil y de 30,16/100.000 hombres en la Región Norte de Brasil, con aproximadamente el 70% de los casos en países desarrollados. Se considera un tipo de cáncer con mayor incidencia en los ancianos, ya que el 75% de los casos ocurre a partir de los 65 años de edad³. El cáncer más prevalente en este estudio fue el cáncer de estómago (17,1%), seguido del cáncer de piel (13,1%) y el cáncer de próstata (9,8%). Según estimaciones del INCA, en las mujeres, los cánceres de piel no melanoma, mama y cuello uterino son los más prevalentes³.

El hecho de que el origen de los ancianos sea de la capital Belém, donde la exposición a agentes contaminantes, cambios ambientales y estilo de vida (tipo de vivienda, acceso a dietas de calidad, entre otros) puede tener implicaciones directas en el desarrollo de las neoplasias que presentan^14,15, impactando en la calidad de vida y salud de estos individuos.

Otro factor importante que pudo haber influido significativamente en la CV de los ancianos estudiados fue la baja escolaridad. Husson et al.¹⁶ identificaron que la baja escolaridad se asocia con conductas adversas de salud y peores estándares de atención, lo que lleva al individuo a una peor CV. El grado de conocimiento del individuo es un factor importante para la profilaxis y la conciencia en la prevención del cáncer¹⁷.

Se identificó que la mayoría de los participantes era casado o tenía una unión estable, revelando que el apoyo familiar o la presencia de una pareja proporciona apoyo emocional, psicológico y social a los pacientes con cáncer; en consecuencia, los que viven solos son más susceptibles al depresión^17,18. Así, los resultados de ansiedad moderada y ausencia de depresión encontrados en este estudio confirman la importancia de la presencia y participación de los miembros de la familia.

De los pacientes analizados en el presente estudio, la mayoría relató tener algún tipo de religión. Según algunos estudios^4,19,20, la religiosidad juega un papel importante en el afrontamiento de las etapas de la enfermedad, ya que la creencia religiosa contribuye a la disminución de los niveles de ansiedad y depresión durante el tratamiento de los pacientes con cáncer, mejorando su CV. Considerando que 96,3% de los pacientes relatan tener religión, la ansiedad moderada y la ausencia de depresión puede ser el resultado de este factor.

Los ancianos presentaron bajo poder adquisitivo, ya que la mayoría declaró ingresos menores o iguales a un salario mínimo, factor que influye directamente en su CV, ya que está relacionado con el aspecto biopsicosocial. Incluso los ancianos jubilados que teóricamente tienen autonomía financiera no podrán cubrir los gastos con el tratamiento del cáncer⁴.

Según la OMS, tener CV en la vejez corresponde al más alto nivel de salud en los aspectos físicos, sociales, psicológicos y espirituales¹. Con la aplicación del instrumento SF-36 en este estudio fue posible evaluar la CV de los ancianos internados en el HOL, en condiciones de preoperatorio, y los dominios con más puntuación de CV fueron: aspectos sociales, salud mental, dolor, aspectos emocionales, capacidad funcional y vitalidad, aunque algunos de estos pacientes presentaron, en relación a esos dominios, síntomas, sentimientos, perfiles de conducta y práctica de actividades físicas.

Los dominios que merecen especial atención, por afectar la CV de los ancianos evaluados, son el estado general de salud y el aspecto físico. El primero causado, probablemente, por la incidencia de diversas patologías y enfermedades crónico-degenerativas, además del propio proceso natural de envejecimiento; y el segundo, para prevenir o limitar las prácticas de actividad física y alimentación adecuada, que afecta el aspecto biológico/fisiológico, causando estrés y tensión en los ancianos²¹.

Los cambios físicos y psicosociales en este período de la vida de los ancianos interfieren negativamente en su CV y pueden evolucionar a la aparición de algunos síntomas psíquicos, como irritabilidad, ansiedad, depresión y disfunción sexual⁸. En el presente estudio, en cuanto a la ansiedad y la depresión, los resultados predominantes fueron ansiedad moderada y ausencia de depresión.

En la evaluación de los datos obtenidos para los niveles de ansiedad, se observó que todos los pacientes presentaban niveles elevados, siendo la mayoría de ellos, el 79,3%, clasificados como ansiedad moderada y el 20% como ansiedad severa. Lemos et al.⁶, al investigar la asociación del período preoperatorio de pacientes con niveles de cáncer y de ansiedad, encontró que la ansiedad preoperatoria está relacionada con las preocupaciones del paciente con la enfermedad, la hospitalización y los tipos de cirugías, ya que las personas diagnosticadas con cáncer expresan ansiedad por la lucha por la supervivencia y un futuro incierto²².

CONCLUSIÓN

En este estudio, los ancianos con cáncer hospitalizados para intervención quirúrgica presentaron una CV moderada, con énfasis en aspectos sociales. Sin embargo, en los aspectos físicos generales de la salud, los pacientes presentaron niveles bajos en el contexto de la CV y, en esta situación, es esencial prestar especial atención a las subjetividades de los ancianos, con el fin de mejorar esta situación.

Los niveles de ansiedad fueron preocupantes, y la mayoría de los ancianos no presentó ningún grado de depresión, lo que puede ser beneficioso para el paciente con la salud fragilizada.

Así, este estudio contribuyó al conocimiento sobre aspectos sociales, físicos, emocionales y de salud mental de los ancianos en el período preoperatorio de la cirugía oncológica, ya que presentó la necesidad de una planificación de salud más especializada para la CV de estos pacientes.